sábado, 6 de diciembre de 2025

ELOGIOS A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA NUESTRA SEÑORA, DISPUESTOS EN FORMA DE TRISAGIO.

 

Recopilado de varios autores por un devoto de este misterio.

Málaga. Imprenta de Martínez de Aguilar hoy del avisador malagueño. Calle del Marqués, n.° 12. 1856.


 

   En hacimiento de gracias a la Beatísima Trinidad, por los dones y privilegios que se dignó concederla, en especial por los que la dispensó en el primer instante de su Concepción; de los que pueden servirse los amantes de este Misterio, para obtener por su mediación el Don de la Pureza, y buen suceso en sus tribulaciones.


ELOGIO PRIMERO


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

 

Oye atenta, Señora, mi oración.

. Y mueva tus piedades mi clamor.

 

ORACIÓN

 

   Santa María, Reyna de los cielos, Madre de nuestro Señor Jesucristo, y Señora del mundo, que a nadie desamparas, ni desprecias, pon en mí llena de clemencia esos tus piadosos ojos, y alcánzame de tu amado Hijo perdón de todos mis pecados, que arrepentido y con todo dolor detesto, para que ya que logro celebrar en esta vida con devoto afectó tu INMACULADA CONCEPCIÓN, logre también en la otra el premio eterno de la bienaventuranza, que por tu intercesión espero me conceda el precioso Hijo que pariste virgen, Jesucristo nuestro Señor, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y Reyna en Trinidad perfecta, Dios por todos los siglos dé los siglos. Amén.


Dios te salve, María, Hija de Dios Padre.

 

—Aquí se reza una Ave María, y el verso siguiente se repite nueve veces en forma de Rosario.

 

. Es María mi Señora concebida sin pecado.

 

Responde el Coro.

. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.

 

. Señora a mi socorro presto atiende.

. Y como poderosa me defiende.

 

Ea publicad labios reverentes,

Dotes, prerrogativas y grandezas,

De la que Inmaculada Virgen Madre,

Ángeles, hombres, cielos, todo impera.

 

A Dios Uno y Trino,

Que amante os preserva,

Santo, Santo, Santo,

Gloria, gloria sea.

 

Salve, gran Señora,

de cielos y tierra,

de vírgenes Virgen,

de todas Princesa.

La virginidad

deudora te queda,

pues de tí recibe

honor y diadema.

Estrella que en medio

de la densa niebla,

das principio al día

que más nos alegra.

A Dios Uno y Trino,

Que amante os preserva,

Santo, Santo, Santo,

Gloria, gloria sea.

 

Prodigiosa nube,

fecunda y serena,

que del mar saliendo,

nada amargo llevas.

Y para que inundes

de bienes la tierra,

de la más humilde

te hizo Dios inmensa.

Para el sol y luna,

que admirados dejas,

es frecuente asunto

tu rara belleza.

A Dios Uno y Trino,

Que amante os preserva,

Santo, Santo, Santo,

Gloria, gloria sea.

 

Ab æterno el Padre

en su grande idea

Madre te destina

del Hijo que engendra

Con quien, y por quien

crio cuanto encierran,

la tierra y los cielos

para dicha nuestra.

Y para alta alianza.

te formó tan bella,

que de Adán la nota

en tí no se encuentra.

A Dios Uno y Trino,

Que amante os preserva,

Santo, Santo, Santo,

Gloria, gloria sea.

 

Salve, Virgen sabia,

morada perfecta,

de Dios fabricada,

para Dios dispuesta.

Con siete columnas,

y sagrada mesa

vuestro augusto Templo

adorna y sustenta.

Te ignora el contagio

de la culpa adversa,

y antes eres santa

que nacida seas.

A Dios Uno y Trino,

Que amante os preserva,

Santo, Santo, Santo,

Gloria, gloria sea.

 

De todos los Santos

Madre sois, y puerta;

de Ángeles Señora,

de Jacob Estrella.

Escuadrón en orden

que al infierno aterras,

y de los cristianos

auxilio y tutela.

Sola en todo el orbe

gózate que seas,

la que diste muerte

á todas las sectas.

A Dios Uno y Trino,

Que amante os preserva,

Santo, Santo, Santo,

Gloria, gloria sea.

 

Salve, Ciudad sacra,

donde Dios franquea

general asilo

á cuantos se llegan.

Davídica Torre,

con tanta defensa,

que eres el Alcázar

de la fortaleza.

En tu Concepción

abrasado Etna,

del dragón oprimes

la cerviz soberbia

A Dios Uno y Trino,

Que amante os preserva,

Santo, Santo, Santo,

Gloria, gloria sea.

 

¡Oh fuerte mujer!

¡oh invicta guerrera!

Judith valerosa

que el orbe celebra.

Abisag hermosa,

Peregrina hebrea,

que al mejor David

nutres y fomentas.

Luz clara, divina,

a quien las estrellas

coronan por darse

mayor excelencia,

A Dios Uno y Trino,

Que amante os preserva,

Santo, Santo, Santo,

Gloria, gloria sea.

 

. Pide a Jesús, Señora, nos convierta;

℟. Y que su indignación mude en clemencia.


ORACIÓN

 

   Concede misericordioso Dios, vuestra defensa a nuestra fragilidad, para que los que hacemos memoria de la Santa Madre de vuestro Unigénito podamos recobrar la gracia que hemos perdido por nuestras culpas, mediante su intercesión Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.


ELOGIO SEGUNDO


Todo el orbe zozobra delincuente,

Gime en la esclavitud y la miseria,

Mientras, vos Arca santa incomparable,

Única sobre el golfo vas serena.

 

. Oye atenta, Señora, mi oración;

℟. Y mueva tus piedades mi clamor.


Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo.

 

—Aquí se reza una Ave María, y el verso siguiente se repite nueve veces en forma de Rosario.

 

. Es María mi Señora concebida sin pecado.

 

Responde el Coro.

. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.

 

. Señora a mi socorro presto atiende.

. Y como poderosa me defiende.

 

Salve Virgen Madre,

cuya preeminencia

tiene siempre absorta

la naturaleza.

Sola sin ejemplo,

diste complacencia

al Verbo del Padre,

que en tu honor se esmera.

Pues llevando en todo

número y justeza,

para darte gracia

desplegó su diestra.

A Dios Uno y Trino,

Que amante os preserva,

Santo, Santo, Santo,

Gloria, gloria sea.

 

A tan noble Hijo

por propia decencia

convenía eximirte

de la culpa de Eva.

Pues para su Madre

te elige y reserva,

y nada resiste

a su Omnipotencia.

Sus méritos grandes

á todos remedian,

y os iguala a todos,

si él no os privilegia.

A Dios Uno y Trino,

Que amante os preserva,

Santo, Santo, Santo,

Gloria, gloria sea.

 

Ni faltaros puede

la gracia de exenta;

pues Gabriel afirma

ser de gracia llena.

Madre de las Madres,

Madre dé la Iglesia,

Madre sois de Dios

que todo lo encierra.

Salve misteriosa

Arca verdadera,

que llevó el tesoro

de la alianza nueva.

A Dios Uno y Trino,

Que amante os preserva,

Santo, Santo, Santo,

Gloria, gloria sea.

 

Querúbico Trono

donde Dios se sienta,

que al de Salomón,

en todo superas.

Arco refulgente,

que airoso descuellas

entre las gloriosas

brillantes esferas.

Iris que desearon

Patriarcas, Profetas;

Palacio del Sol,

graciosa Parelia.

A Dios Uno y Trino,

Que amante os preserva,

Santo, Santo, Santo,

Gloria, gloria sea.

 

Zarza de Moisés,

que el fuego respeta;

Escala del cielo,

Trono de las ciencias.

Vara de Jessé

sin nudo y corteza,

cuya flor no es otra

que el fruto que ostentas.

Puerta eres por donde

solo Dios frecuenta,

y en cielos de cielos

sublimada quedas.

A Dios Uno y Trino,

Que amante os preserva,

Santo, Santo, Santo,

Gloria, gloria sea.

 

Vellón que la lluvia

general no aniega;

Panal de Sansón,

que es divino emblema.

Eres el más digno

Templo de la excelsa

Trinidad Augusta,

en quien te embelesas.

En tí tiene asiento

la misma pureza,

los Ángeles gozo,

los tristes clemencia.

A Dios Uno y Trino,

Que amante os preserva,

Santo, Santo, Santo,

Gloria, gloria sea.

 

   Ciudad del Dios Santo,

del Oriente Puerta,

y de toda gracia

digna Tesorera.

   Huerto de delicias,

Palma de Paciencia,

de castidad Cedro,

   limpia pura y tersa.

   Sois sacerdotal,

 y bendita tierra,

 santa y preservada

 de original deuda.

A Dios Uno y Trino,

Que amante os preserva,

Santo, Santo, Santo,

Gloria, gloria sea.

 

. Pide a Jesús, Señora, nos convierta;

. Y que su indignación mude en clemencia.

 

ORACIÓN

 

   Concédenos, Señor, constante y perpetua salud en el alma y en el cuerpo, y que por la gloriosa intercesión de la bienaventurada Virgen María, seamos libres de los presentes trabajos y gocemos algún día de los consuelos eternos, los nuestro Señor Jesucristo. Amén.

ELOGIO TERCERO

 

Ignoro qué conceptos, qué alabanzas

Os pueda tributar que dignas sean,

Pues en tu seno virginal llevaste

Al mismo que no cabe en cielo y tierra.

 

. Oye atenta, Señora, mi oración.

. Y mueva tus piedades mi clamor.


Dios te salve, María, Esposa de Dios Espíritu Santo.

 

—Aquí se reza una Ave María, y el verso siguiente se repite nueve veces en forma de Rosario.

 

. Es María mi Señora concebida sin pecado.

 

Responde el Coro.

. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.

 

. Señora a mi socorro presto atiende.

. Y como poderosa me defiende.

 

   Salve Reloj fiel,

cuyo símbolo era

el que tuvo Acáz,

que a Ezequías consuela.

      Pues si el sol en ese

diez líneas enteras

retrocede, y toma

lo que andando deja;

   Ese Sol divino

que a tu seno entra,

desciende, se abate,

 se anonada, abrevia

 A Dios Uno y Trino,

Que amante os preserva,

Santo, Santo, Santo,

Gloria, gloria sea.

 

    Y para que el hombre

 desde su bajeza,

 se eleve a lo sumo

 de gozar su esencia:

    El que es tan inmenso,

 que nada le estrecha,

 poco menos que ángel

por amor se muestra.

   Con tal Sol María

tan divina queda,

que a porfía la adoran

astros y planetas.

 A Dios Uno y Trino,

Que amante os preserva,

Santo, Santo, Santo,

Gloria, gloria sea.

 

   Entre las espinas

es blanca Azucena,

y purpúrea Rosa

sin ofensa de ellas.

   Es mansa Paloma,

una y predilecta,

que de la serpiente

huella la cabeza.

   Es la Luna hermosa,

por quien hallan senda

los descaminados

tristes hijos de Eva.

A Dios Uno y Trino,

Que amante os preserva,

Santo, Santo, Santo,

Gloria, gloria sea.

 

   Salve floreciente

singular Doncella,

la Esposa más grata

del Dios de pureza.

Raquel en su seno

concibe y sustenta

al que libra a Egipto

dé la hambre y miseria;

   Pero tú, Señora,

única y electa,

al que es nuestra Vida

das a luz contenta.

A Dios Uno y Trino,

Que amante os preserva,

Santo, Santo, Santo,

Gloria, gloria sea.

 

   El Orbe cristiano

os aclama Reyna,

su Corredentora,

su Estér medianera.

   Con ropaje de oro

en clase suprema

el Rey de los Reyes

te tiene a su diestra.

   Y allí como amante

que en tí se interesa,

vincula a tus ruegos

su plenipotencia.

A Dios Uno y Trino,

Que amante os preserva,

Santo, Santo, Santo,

Gloria, gloria sea.

 

Eres en virtudes

tal, que a tu presencia

homenaje rinden

las Inteligencias.

   ¡Oh Madre de gracia!

¡óh esperanza nuestra!

de náufragos Puerto,

y del mar Estrella.

   Puerta del empíreo,

patente y perpetua,

Salud del enfermo,

Luz en sus tinieblas.

A Dios Uno y Trino,

Que amante os preserva,

Santo, Santo, Santo,

Gloria, gloria sea.

 

Por tí, pues, logremos

ver a Dios en esa

corte de los Santos,

donde vive y Reyna.

   Sálvete Dios, salve,

pues humana lengua,

ni es digna, ni puede

decir tus grandezas.

Recibid, Señora,

mil enhorabuenas

de ser concebida

sin mancha ni deuda.

A Dios Uno y Trino,

Que amante os preserva,

Santo, Santo, Santo,

Gloria, gloria sea.

 

. Pide a Jesús, Señora, nos convierta;

. Y que su indignación mude en clemencia.

 

ORACIÓN

 

   Dios y Señor nuestro, que por la Inmaculada Concepción de la Virgen María preparaste una morada digna para tu Hijo: te suplicamos, que asi como por la muerte prevista de este Hijo, la preservaste de toda mancha, nos concedas también por su intercesión la gracia de ir a vos después de esta vida, purificados de nuestros pecados. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.

OFRECIMIENTO

 

He aquí, Señora,

que solo nos resta

ofrecer rendidos

a las plantas vuestras,

Estas alabanzas,

aunque cortas, y éstas

juntas al dolor

de nuestra tibieza.

Guía nuestros pasos,

y asístenos tierna,

o dulce María,

en la hora postrera.

Amén.

 

.  Esta es la vara en quien no hubo nudo de    culpa original.

 Ni corteza de culpa actual.

 

ORACIÓN

   Oh santísima María Madre de Dios, Clementísima Madre y abogada nuestra; mas con el corazón, que, con los labios, os doy gozoso el parabién de vuestras incomparables excelencias, y aprovechándome de esta feliz ocasión, presento ante vuestro virginal acatamiento mis humildes ruegos, esperando que, aunque indigno me favoreceréis, cuidareis en adelante de mi alma, y dirigiréis mis pasos, pues no se ha oído jamás que haya vuelto desconsolado, quien de veras; acude a vuestro patrocinio. En esta confianza os pido también, benignísima Madre de la Iglesia, por nuestro soberano Sumo Pontífice y lo que él quiere que os pidamos; asimismo por nuestro católico Monarca, suplicándoos lo protejáis, y toméis a vuestro cargo, con toda su real familia, sus armas y monarquía. Finalmente, por los Príncipes cristianos, por la exaltación y propagación de nuestra santa Fe católica, por las necesidades de la santa Iglesia y nuestra preservación en los peligros de la vida; por la salvación de todos los cristianos, y descanso de las benditas almas del Purgatorio, Amén.


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