sábado, 12 de febrero de 2022

VIRGO POTENS.

 

VIRGEN PODEROSA.




In manu tua virtus et potentia. 1. Paral. 29.

 

En tu mano esta la virtud y el poder.

 

 



 

CONSIDERACION I.

 

 

   El que busca la mujer fuerte, de que hace mención Salomón, la tendrá representada si se figura a María Santísima rodeada por todas partes de instrumentos y armas bélicas para significar que es aquella mujer fuerte que por la Santa Escritura la compara a la vista que presenta un acampamento bien ordenado; y de cuyo poder se admira el cielo, se pasma la tierra, y tiembla el infierno; y, en una palabra, la que con verdad puede decir de sí misma. Hizo en mi favor grandes cosas el que es todopoderoso: y en él lo puedo todo.

 

 

 

CONSIDERACION II.

 

 

   Pero ¿en qué consiste este poder de María? ¿Acaso en la lengua que pronunciando la palabra Fiat, bajó a Dios de los cielos? Acaso en los ojos con uno de los cuales hirió al celestial esposo, según aquello: ¿heriste mi corazón con uno de tus ojos? ¿Acaso en su virginal vientre en que cargó a Dios hombre? Todas estas cosas se pueden decir; pero según el texto puesto arriba debe afirmarse: en tu mano está la virtud y el poder. Por tanto, María como reina poderosísima del cielo, por justo derecho tiene en su mano el cetro con el cual en compañía de Cristo su Hijo, gobierna al mundo.

 

 

CONSIDERACION III.

 

 

   Jaél y Judit mostraron en su brazo un gran poder, cuando aquella traspasó la cabeza de Sisara con un clavo, y ésta cortó la cabeza de Holofernes con la espada: pero María Santísima mucho más poderosa se mostró porque cargó en sus brazos al que carga a la tierra, y abrazó al Dios inmenso y omnipotente. Conviene a saber María tuvo en sus brazos al brazo de Dios que (testigo San Pablo) no es otra cosa que la virtud de Dios, y por esto no es cosa admirable que sea tan poderosa.

 

 




ORACION.

 

 

   ¡Oh Madre! Tu eres y mereces ser llamada Virgen verdaderamente poderosa; porque tú eres poderosa en el cielo donde triunfas como Reina; poderosa en el paraíso donde quebrantaste la cabeza dé la serpiente; poderosa en el infierno, del cual preservas a innumerables almas: poderosa en el purgatorio, del que por ti se libran las almas cautivas: poderosa contra los ejércitos enemigos; poderosa contra el hambre y la peste, poderosa contra las enfermedades y contra la misma muerte: poderosa, en fin, contra los enemigos de cuerpo y alma, así visibles como invisibles. Por tanto, yo te elijo por mi protectora ¡Oh María!

 

 

Virgen poderosa ruega por nosotros.

 

 

P. FRANCISCO JAVIER DORNN

DEAN Y PREDICADOR DE PRIDBER

(1834).

 


VIRGO PREDICANDA.

 

VIRGEN DIGNA DE ALABANZA.




 


Non recedat laus tua de ore hominum. Judith 13.

 

No se aparte tu alabanza de la boca de los hombres.

 

 





 

CONSIDERACION I.

 

 

   El nombre de María puede representarse como publicado por cuatro Ángeles, para denotar como en todas cuatro partes del mundo sea promulgada la alabanza de María: ¿Y por qué no? a Judit, cuando venció a Holofernes, todo el pueblo aclama: Tú eres la gloria de Jerusalén; tú la alegría de Israel, tú la honra de nuestro Pueblo. ¿Porque no ha de ser predicada María que quebrantó la cabeza de la infernal serpiente y parió al Salvador de todo el género humano? ¡Oh María! Tu eres digna de todo elogio y por eso: no se aparte tu alabanza de la boca dé los hombres.  

 

 

 

CONSIDERACION II.

 

 

   Si es cierto, según la Escritura Santa, que al médico debe darse honor por la necesidad, muy bien corresponde a María toda alabanza, porque es salud de los enfermos y consuelo de los afligidos, y por qué da auxilio a todos los que la invocan en los grandes peligros y necesidades. Si merece ser alabada toda virtud, y el hombre esclarecido en ella; ¿por qué no hade merecer María Santísima la mayor alabanza, pues contiene en sí tantas virtudes cuantas gotas de agua el mar y casi tantas gracias como rayos él sol? Aquella mujer del Evangelio llamada Marcela, conoció esto y elogió a María diciéndole a Jesús: bienaventurado el vientre que te cargó.

 

 

 

CONSIDERACION III.

 

 

A más de esto, pregunto: ¿por ventura no merece ser alabada la obra de algún artífice acabada sin el menor defecto o lunar? Ciertamente lo merece según aquello: las obras serán alabadas en las manos del artífice. He aquí que María es obra de excelso y divino artífice, obra sin lugar alguno de pecado, luego merece ser acabada. Pregunto otra vez, ¿por ventura no se alaba un jardín por el olor, por la flor y por el fruto? ¿Una fuente por la multitud de aguas saludables? Es así que María Santísima es huerto en que nació aquel que de sí mismo dijo: yo soy flor del campo: María es fuente de agua, que mana para la vida eterna, luego con verdad se llama Virgen laudable.

 



 

 

ORACION.

 

 

   ¡Oh María Virgen laudable, y dignísima de todo elogio! Dígnate que yo te alabe, dame tu gracia para que mi lengua siempre hable tu alabanza; para que mi corazón medite siempre tu alabanza: para que mis obras siempre se efectúen para tu alabanza y así, con el corazón, con la boca, y con las obras, siempre publique y aumente tu alabanza lo cual es oficio y obligación del devoto de María. Por tanto, para que yo satisfaga este oficio y obligación: ¡Oh Señora!

 

 

Virgen laudable, ruega por nosotros.

 

 

 

P. FRANCISCO JAVIER DORNN

DEAN Y PREDICADOR DE PRIDBER

(1834).

 


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