ACUDIR FRECUENTEMENTE A MARÍA
Sostengo
que entre los obsequios que se brindan a nuestra Madre, ninguno le agrada tanto
como el acudir con frecuencia a su intercesión, pidiéndole ayuda en todas las
necesidades particulares, tales como peligros, aflicciones y tentaciones, y
especialmente en las tentaciones contra la pureza.
Entonces la Madre de Dios nos libra si acudimos a Ella con la
antífona BAJO TU AMPARO, etc., o con el AVEMARÍA, o con sólo invocar su
santísimo nombre, que posee una fuerza especial contra los demonios.
El
beato Santi, acudió a María en una tentación deshonesta. En seguida se le
apareció, le puso la mano en el pecho y lo libró. Provechoso es también en esos casos besar o apretar el
Rosario, el escapulario o mirar alguna imagen de la Virgen. Se ha de saber,
además que Benedicto XIII concedió 50 días de indulgencia a quien pronuncia los
nombres de Jesús y de María.
“LAS GLORIAS DE MARÍA”
San
Alfonso María de Ligorio.
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