COMENZAMOS: 4 de diciembre.
FINALIZAMOS: 12 de diciembre (fecha de su aparición).
SEXTO DÍA (9 de diciembre)
Pax Christi et Mariæ.
Hincando ambas
rodillas, delante de una Imagen de mi Señora, habiéndote persignado, haz el
Acto de Contrición siguiente.
ACTO DE CONTRICIÓN.
Dios te salve María Santísima de Guadalupe, amantísima Madre de pecadores, a mí me pesa Señora de
haber ofendido a tu Hijo mi Dios por ser quien es, y ser Hijo tuyo porque le
amo sobre todo amor, y por ser ofensas contra ti (a quien después de su Majestad
debo amar) espero Madre mía por tu intercesión alcanzar perdón de mis pecados,
y gracia para nunca más pecar; prometo Señora la enmienda de mi Vida y cumplir
hasta la muerte este propósito: y así no me desampares, ruega a Jesús, tenga
misericordia de mí. Peque Señora mía, alcánzame misericordia de tu Hijo Jesús.
DIOS TE SALVE MARÍA…
Mar de misericordia, Aurora, y Precursora de la gracia, Pronostico de la
salud del mundo Cristo Jesús, Reina de los Ángeles, y hombres, Iris, que
conviertes los rigores de un Dios airado, endulces misericordias, alegría de
Cielos y tierra, felicidad de este Reino Indiano: por tu nombre, y sagrada
Aparición de Guadalupe, te pedimos estampes en nuestras almas con el pincel de
tu gracia, la Imagen de tu hermosísimo rostro dándonos la joya apreciable dé la
caridad perfecta para con Dios, y nuestros prójimos; una muerte de puro amor de
Dios, y dolor de nuestros pecados: en ella tu asistencia para alcanzar perdón;
y en Vida amor a nuestros enemigos, resolución de no pecar más, inclinación a
las virtudes, y aprecio a la frecuencia de Sacramentó, Vivir en gracia, y gozar
de la alegría perfecta, que es gozar de Dios en tu compañía amándole en su
gloria. Amén.
ORACIÓN DEL SEXTO DÍA…
Dios te salve María, Luz que iluminas a todo entendimiento para conocer el
verdadero sendero de la santidad. Dios te salve Hija del Santo, y mejor par
Señor San Joaquín, y mi Señora Santa Ana, Princesa de las Dominaciones: yo te
alabo con estos providentísimos Espíritus, y por sus méritos te suplico, pues
presiden a los inferiores Ministros de la providencia, hagas, que, con su
compañía, domine mis pasiones, refrenando la rebelión de la carne para vivir
castamente, y con espíritu puro gozar después de esta vida las luces de la
gloria. Amén Jesús.
—Hoy en lugar
del ayate dale tu corazón limpio de toda culpa, y perdona a tus enemigos; para que
se estampe en el mi Señora, pues la mejor tela es el corazón sin culpa.
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