ORACIÓN INICIAL
Señor mío
Jesucristo, Dios y hombre verdadero, creador y redentor mío, por ser Vos quien
sois, y porque os amo sobre todas las cosas, a mí me pesa de todo corazón
haberos ofendido, y propongo firmemente nunca más pecar, confesarme, cumplir la
penitencia que me fuera impuesta y apartarme de todas las ocasiones de
ofenderos. Os ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis
pecados; y confió en vuestra bondad y misericordia infinita me los perdonaréis
por los méritos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte, y me daréis
gracia para enmendarme y para perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin
de mi vida. Amén.
DÍA PRIMERO
Por la señal…
Oración:
Reina Inmaculada que, apareciendo personalmente cual majestuosa Señora en la gruta de
Lourdes, honrasteis con vuestra benigna mirada y con la comunicación de
vuestros secretos a la pobre y enfermiza Bernardita,
tanto menos estimada de los hombres por falta de toda cultura, cuanto más
acepta a Vos por el candor de su inocencia y el fervor de su devoción: obtened
para nosotros la gracia de que, poniendo siempre nuestra gloria en hacernos
gratos al Señor con una vida enteramente conforme a nuestros deberes, nos
hagamos al mismo tiempo merecedores siempre de vuestras especiales bendiciones.
Amén.
—Rezar tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se
desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los
días.
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Bajo vuestro
amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no despreciéis nuestras suplicas en
las necesidades, sino libradnos de todos los peligros, ¡oh siempre Virgen gloriosa y bendita!
—Ruega por nosotros, ¡oh Virgen de Lourdes!
—Para que seamos
dignos de las promesas de Jesucristo.
ORACIÓN:
— ¡Oh Dios eterno
y compasivo! Concédenos la gracia de vivir santa y cristianamente,
venerando a la Virgen Santísima de Lourdes, para que seamos digno de su
intercesión en la vida y en la hora de la muerte. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
DÍA SEGUNDO
Por la señal…
Oración:
¡Oh Virgen de
Lourdes, escogida por Dios para ser Madre de Jesús, Tesorera de las divinas
gracias, refugio y abogada de los pecadores! Postrado humildemente a vuestros pies os suplico seáis mi guía y salud en
este valle de lágrimas, porque nada puedo ni debo hacer sin Vos. Alcanzadme de
vuestro divino Hijo el perdón de mis pecados, la perseverancia en el bien y la
salvación de mi alma, para ser eternamente feliz y dichoso en vuestra dulce
compañía en las mansiones de la gloria. Amén.
—Rezar tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se
desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los
días.
DÍA TERCERO
Por la señal…
Oración:
¡Oh Virgen de
Lourdes y Madre mía, vida y esperanza de los huérfanos, áncora de los
náufragos, salud de los enfermos y consuelo de los que agonizan y mueren! ¡Oh
Madre mía! Después de Dios, Tú
eres y serás mi única esperanza en las tentaciones y peligros, en la vida y en
la hora de mi muerte. No me dejes, ¡oh María! Amén.
—Rezar tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se
desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los
días.
DÍA CUARTO
Por la señal…
Oración:
¡Oh Virgen purísima
de Lourdes, vida de mi alma, alivio de mis penas, suavidad y dulzura de mis
aflicciones! A las puertas de
vuestro corazón, ¡oh Madre mía!, llama este pecador enfermo, cuyo dolor, en
este momento, es tan grande como sus pecados; compadeceos de él, no lo
desechéis, miradle con ojos de compasión. Sanadle, como Jesús a los leprosos.
Curadme para que alabe a Dios eternamente. Amén.
—Rezar tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se
desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los
días.
DÍA QUINTO
Por la señal…
Oración:
¡Oh Virgen de
Lourdes y Reina de los ángeles, en cuyos ojos centella la fe que abrasa vuestro
espíritu! Enseñadme a creer;
pero a creer obrando, porque la fe sin obras es muerta; y llenos de creyentes,
que no obraron conforme a sus creencias, están los calabozos del infierno.
Ayudadme a creer la palabra divina y a obrar como Dios y la Iglesia me mandan
creer y obrar; pues la fe es luz y antorcha que ilumina mi alma y la conduce
por la senda de la eterna bienaventuranza. Amén.
—Rezar tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se
desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los
días.
DÍA SEXTO
Por la señal…
Oración:
¡Oh Virgen de
Lourdes y Virgen de las vírgenes, azucena candidísima, tórtola inmaculada,
paloma sin hiel! Vos, que
fuisteis concebida sin pecado; Vos, que tanto amáis la castidad y tanto queréis
a vuestros hijos, tened compasión de mí y libradme de esta ponzoñosa
concupiscencia que me sumerge en un mar de pecados. Alcanzadme de vuestro Hijo
la gracia de la castidad para vivir en la tierra como los ángeles del cielo. Amén.
—Rezar tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se
desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los
días.
DÍA SEPTIMO
Por la señal…
Oración:
¡Oh Virgen de
Lourdes y soberana Emperatriz de los cielos, que, por amor a la pobreza, os
sujetasteis a todas las privaciones y escaseces de los pobres de espíritu!, enseñadme a despreciar las demasías y regalos, e inspiradme amor y
compasión a los pobres para conseguir con la limosna el reino de los cielos. Amén.
—Rezar tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se
desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los
días.
DÍA OCTAVO
Por la señal…
Oración:
¡Oh Virgen de
Lourdes, ejemplar sublime de obediencia, que haciéndoos esclava del Señor y
humillándoos hasta vivir sin propia voluntad, merecisteis os llamasen bendita
todas las generaciones! Enseñadme y ayudadme, como a la
bendita Bernardita, a ser obediente hasta la muerte, porque la obediencia es
mejor que los sacrificios, y el que sigue obedeciendo a Dios conseguirá llegar
hasta el cielo. Amén.
—Rezar tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se
desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los
días.
DÍA NOVENO
Por la señal…
Oración:
¡Oh Virgen de
Lourdes, Reina de los mártires y consuelo de los afligidos! Por la heroica paciencia que resplandeció en todos los
actos de vuestra vida mortal, desde Belén al calvario, desde la Profecía de
Simeón hasta que os arrancaron de los brazos el cadáver ensangrentado de
vuestro divino Hijo, tened misericordia de mí y ayudadme a sobrellevar con
cristiana resignación el peso de las cruces que el Señor tenga a bien enviarme,
para labrar mi eterna felicidad en la gloria y vivir en vuestra dulce compañía por
todos los siglos. Amén.
—Rezar tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se
desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los
días.
Devocionario Católico.
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