Que se elegirán a la suerte el día de
la apertura para practicarlos durante todo el Mes:
Ø Practicar
la caridad dando limosna a los pobres algunas veces durante el Mes.
Ø Ejercitar
cada día la mortificación, privándose de alguna satisfacción lícita, como de
comer un manjar, oler una flor, mirar algún objeto curioso, etc.
Ø Abstenerse,
por amor a María, de lectura de libros profanos, que no sean de instrucción, y
leer cada día algunas páginas de algún libro piadoso.
Ø Practicar
la obediencia, ejecutando sin replicar y con muestras de agrado, cuanto
ordenaren los superiores.
Ø Sufrirlo
todo de todos, sin incomodidad ni quejarse, ofreciéndolo todo en homenaje a los
dolores de María.
Ø Procurar
evitar durante el Mes todo pecado venial deliberado.
Ø Huir
de la murmuración, guardándose de criticar aún los defectos o faltas ligeras
que se noten en los demás.
Ø Ejercitarse
frecuentemente en la humildad, ora rebajándose en sus propios méritos, ora
confesando con ingenuidad algún defecto propio, ora ejecutando acciones
humillantes.
Ø Aprovechar
toda ocasión que se presente de mortificar el amor propio.
Ø Ser
exactos en el ejercicio de las prácticas acostumbradas de piedad, haciéndolas
en la hora señalada, en el lugar adecuado y del modo conveniente.
Presbítero Don Rodolfo Vergara Antúnez.
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