55 PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE EL
ABORTO...que todo argentino debería conocer.
• Parte II: Aborto: ¿Simple extracción de un coágulo u homicidio de una vida humana
inocente?
Uno
de los puntos clave de la controversia sobre el aborto es saber cuándo comienza
la vida humana.
En sentido meramente
biológico, puede decirse que no comienza sino apenas se transmite. Todas las
células vivas provienen de otras células vivas. Esa continuidad de vida es el
postulado básico de la biología. Pero esa explicación no basta porque también los
espermatozoides, los óvulos o cualquier célula del organismo humano son seres
vivos.
No se trata de defender
apenas la vida. Hasta los animales y las plantas la tienen. Se trata de
defender algo intrínsecamente más noble: la vida humana. Y
más específicamente, la vida humana inocente e indefensa.
Generalmente, los promotores de la legalización del aborto se
empeñan en afirmar que no hay víctimas.
De ahí que sustenten que
el producto de la concepción es una simple masa informe de protoplasma. De esa forma,
el aborto consistiría en la mera eliminación de un parásito, de un tumor o de
un amasijo de carne enquistado en el vientre materno.
Es
lo que da sentido a las cínicas declaraciones del médico abortista, Dr. Martti
Kekomaki: “Un bebé abortado es simple
basura”. Y
también a las palabras, no menos cínicas del Dr. Howard I. Diamond: “Tengo pena de un gato hambriento... Un feto no deseado: eso no
es deplorable”.
Desde
ese punto de vista, el aborto provocado no podría ser considerado un crimen o
un asesinato, pues no habría homicidio donde nunca hubo vida humana. El
interrumpir el embarazo, inclusive 24 horas antes del parto, sería un derecho
incuestionable de la mujer.
Por el contrario, si el embrión es un ser humano, individual,
autónomo e irrepetible, el aborto provocado se identifica con el homicidio.
Así, el nonato merece la misma protección legal que se debe a todo hombre, pues
su vida es tan humana como la de una criatura ya nacida o la de un adulto.
Se trata por lo tanto, de saber si el producto de la concepción
es o no una vida humana. Es precisamente lo que se responderá en este capítulo.
(11) ¿Cuál es el instante inicial de la vida humana?
La embriología y la biogenética han demostrado, con absoluta
certeza, que la vida de un nuevo ser humano comienza en el momento en que se
unen el gameto masculino (espermatozoide) y el gameto
femenino (óvulo).
En este proceso de fusión se unen 23 cromosomas del
espermatozoide paterno a los 23 cromosomas del óvulo materno.
En
ese mismo instante se forma una nueva célula de 46 cromosomas, llamada cigoto,
el cual “contiene una nueva combinación de material genético,
resultando un individuo diferente tanto de los padres como de cualquier otro en
el universo”. (Cfr. Sally B. Olds, et al., Obstetric
Nursing, Menlo Park (CA), Addison-Wesley Publishing, 1980, Cfr. Pastuszek,
"Is the Fetus Human?", p. 6.)
Sobre este tema así se pronunció una autoridad internacional en
la materia, el “Inmediatamente después
que los 23 cromosomas paternos llevados por el espermatozoide se unen a los 23
cromosomas maternos que aporta el óvulo, toda la información necesaria y
suficiente para la constitución genética de un nuevo ser humano se encuentra
reunida.” (Cfr. Prof. Jerôme Lejeune, fallecido
años atrás, y que fuera catedrático de Genética Fundamental en la Facultad de
Medicina de la Universidad de París y miembro de la Academia Pontificia de
Ciencias: Discurso dictado en el Sínodo de los Obispos, el 8-10-87,
“L'Osservatore Romano”, edición semanal en lengua francesa, 20-10-87.)
(12) ¿Una mera célula puede ser considerada un ser humano?
Sí. En las palabras del embriologista Dr. Keith
Moore:
“cada uno de nosotros
comenzó la vida como una simple célula llamada cigoto”. (Cfr. Keith L. Moore, MD, “The Developing
Human: Clinically Oriented Embryology”, 2ª ed., Philadelphia (WB), Saunders,
1977, en Randy Acorn, Pro Life Answers to Pro Choice Arguments, Sisters (OR),
Multnomah Books, 1992, p. 40.).
Después de la fertilización del óvulo, no hay ninguna otra fase
o etapa en que el embrión reciba una nueva y esencial contribución genética
para ser lo que es.
Dice
el ya citado Prof. Lejeune:
“El hecho de que el niño
vaya creciendo en el seno de su madre durante 9 meses, en nada modifica su
condición humana.”
Aquella
minúscula célula es un ser humano único y completo:
• Único, porque nunca
existió y jamás existirá en la historia un ser idéntico a él. “La concepción confiere la vida y hace a ésta única en su
género”, afirman
los médicos Landrum Shettles y David Rorvik. (Cfr. Landrum
B. Shettles, MD, and David Rorvik, "Human Life Begins at Conception",
en "Rites of Life", Grand Rapids (MI), Zondervan, 1983, Cfr.
Pastuszek, "Is Fetus Human?", p.5.)
• Completo porque el
código genético del cigoto contiene todas las informaciones sobre cada una de
las características de un nuevo ser humano, tales como la altura, el color de
los ojos, el cabello, la piel, el sexo, etc.
Escriben
Shettles y Rorvik:
“El tipo genético –las
características heredadas de un ser humano individualizado- es establecido en
el proceso de la concepción y permanecerá en vigor por toda la vida de aquel
individuo”.
Por lo tanto, a partir de
la fecundación estamos ya en presencia de una nueva vida humana. Nunca antes en
la historia de la humanidad ha existido exactamente ese ser. Y nunca más
volverá a existir otro ser humano exactamente igual a ese. El embrión sólo
necesitará de nutrición, oxígeno y tiempo para llegar a la plena maduración de
un hombre adulto.
Como
bien sintetizó el Dr. Jerôme Lejeune:
"Una vez concebido, un
hombre es un hombre". (Cfr.
"The Custody Dispute Over Seven Human-Embryos: The Testimony of Profesor
Jerôme Lejeune", M.D. Ph.D., Center for Law and Religious Freedom,
Annadale (VA), 1991, p.17.)
(13) El óvulo fertilizado o cigoto ¿es sólo un ser humano
potencial?
No. El cigoto (u
óvulo fertilizado) no es un ser humano potencial, sino un ser humano con
gran potencial.
Podríamos decir que el
espermatozoide y el óvulo, antes de su unión, constituyen células con una
dignidad especial, porque una vez completada su unión, se transformarán en un
ser humano en el pleno sentido del término.
(14) Esa nueva célula ¿no es un mero proyecto
de vida humana?
Llamar al cigoto “mero proyecto
de vida humana” es completamente
absurdo.
Un “proyecto” de construcción edilicia, por ejemplo, es
simplemente un plano arquitectónico concebido en el papel, sin ninguna
potencialidad para crecer y desarrollarse por sí mismo. Podría quedar guardado
en un cajón y nunca se transformaría en un edificio.
Pero la nueva célula o cigoto se desarrolla por sí misma,
primero en la trompa de Falopio, luego en el útero materno y aún fuera de él
como lo prueban las recientes experiencias.
Destruir
el proyecto de una casa, no es destruir la casa.
Pero matar al cigoto, es suprimir un ser humano que ha comenzado
ya a desarrollarse.
El
ya citado Prof. Jerôme Lejeune, descubridor de la causa genética del síndrome
de Down (mongolismo), así resumió, en una brillante exposición ante la Corte de
Maryville, Tennessee (EUA), el proceso de generación humano:
“Todo ser humano en su
inicio, inmediatamente después de la fecundación, se divide en dos células, con
posterioridad, una de ellas se divide y quedan tres. Porque curiosamente, no
nos dividimos en 2, 4, 8 y así sucesivamente. No, en el comienzo no hacemos
eso.
“Después de aquel estadio
de tres células, la otra célula también se divide, quedan cuatro y continúa
enseguida la división por múltiplos de dos. ¿Cuál podría ser el significado de
tal fenómeno?
“Probablemente en aquel
momento un mensaje pasa de una célula a las otras dos y vuelve a la primera, e
inmediatamente se digan: 'no somos una población de células. Estamos destinadas
a ser un individuo'. La individualización es lo que origina la diferencia entre
una población de células, simple organización de tejidos, y un individuo que se
constituye a sí mismo según su propia regla. La individualización es demostrada
en el estadio de tres células, es decir, inmediatamente después de la
fecundación.
“El carácter único de
todo ser humano en el inicio de su vida era, hasta hace algunos años, una
deducción que se infería a partir de todo lo que sabíamos de los genes y de las
diferencias entre individuos. Ese carácter único hoy se lo ha demostrado
experimentalmente.
“Esto fue descubierto en
Inglaterra por Jeffreys, notable manipulador del ADN. (ADN: siglas del ácido desoxirribonucléico,
molécula que contiene la información genética).
“Jeffreys descubrió que
podía seleccionar un segmento del ADN con el cual era capaz de preparar una
cantidad apreciable con un mensaje específico y repetidamente llevarlo en
numerosas direcciones de varios cromosomas.
“Esos genes repetidos,
tan numerosos, contienen innumerables pequeñas variaciones..., como un código
de barras impreso en los productos de los comercios...
“Fueron hechas tantas
investigaciones que ahora se sabe que, mirando el código de barras [genético] y
el sistema de Jeffreys correspondiente, la probabilidad de hallar dos
individuos iguales es inferior a mil millones.
“Ya no es una teoría el
hecho de que cada uno de nosotros es un ser único. Esto fue demostrado y esta
demostración es tan simple como el código de supermercado, con la diferencia de
que ¡en este caso, no nos indica el precio de una vida humana!” (Cfr. “The
Custody Dispute ver seven Human Embryos – The testimony of Profesor Jerôme
Lejeune”, M.D., Ph. D., pp. 54-56.)
(15) ¿Cuándo y dónde se da la fecundación del óvulo?
La fecundación del óvulo
por el espermatozoide se da, 12 a 24 horas después de la ovulación, en las
trompas de Falopio.
(16) ¿Qué ocurre después de la fecundación del óvulo?
El cigoto avanza camino
al útero, al mismo tiempo que se inician en su interior las primeras divisiones
celulares. Cerca de seis días después de la fertilización, el proceso de multiplicación
de aquella primera “célula” o
huevo lo transforma en embrión (en ese
momento llamado blastocito), que se implanta en el revestimiento nutriente
del útero o endometrio.
La implantación en el útero se completa alrededor del duodécimo
día después de la fertilización.
Cabe aclarar que la
fertilización, fecundación o concepción son tres términos sinónimos (unión del espermatozoide con el óvulo).
Los abortistas los diferencian y afirman falsamente que la fecundación es la
unión sin vida humana y la concepción es la implantación en el útero.
(17) ¿La estructura del embrión humano es más compleja que la de una
criatura recién nacida?
Sí. El embrión humano posee una estructura más
compleja que la de un recién nacido, por poseer un conjunto de partes
auxiliares que son utilizadas mientras aquél se encuentra en el útero: el líquido
amniótico, el cordón umbilical y la placenta.
(18) ¿Cuándo un embrión es “viable”?
Como todos los “slogans” abortistas, la expresión 'viable' es ambigua y se presta
a toda suerte de chicanas y confusiones.
Si por “viabilidad” entendemos la capacidad que tiene el embrión de
continuar desarrollándose sin ayuda y de forma independiente fuera del útero,
entonces, basados en la más elemental experiencia, forzosamente debemos
concluir que, incluso después de nacidos, los niños no son “viables”.
Afirmamos esto porque,
sin un continuo cuidado de la madre o de otra persona los bebés morirían en
poco tiempo.
Esa dependencia se
extiende durante la primera infancia de la criatura y disminuirá gradualmente.
La viabilidad mide
únicamente el estadio del desarrollo de lo que sustenta la vida y no la
humanidad o la inviolabilidad de la vida.
Médicamente se habla de “viabilidad” después de las 20 semanas de gestación cuando el
feto ya pesa 500 gramos y con cuidados especiales puede seguir viviendo.
(19) ¿No es la madre la que da sus células a su hijo?
¡De ningún modo! Todos los órganos auxiliares –placenta,
cordón umbilical, líquido amniótico- no son creados por el cuerpo de la madre, sino por el mismo embrión.
Estos son partes del nuevo ser y no de la madre.
De acuerdo con la
biología y la genética es el embrión quien asume, en una verdadera explosión de
vitalidad, su autorrealización dentro del útero materno.
El
Dr. Bart Heffernan así describe este período de desarrollo dinámico:
“Desde su concepción, la
criatura es un individuo complejo, dinámico y de rápido crecimiento. A través
de un proceso natural y continuo, el simple óvulo fertilizado irá
desarrollándose, aproximadamente a lo largo de nueve meses, en trillones de
células del recién nacido.” (Cfr. Bart T. Heffernan, MD, “The
Early Biography of Every Man”, Cfr. Thomas W. Hilgers, MD e Dennis J. Horan,
J.D., eds., “Abortion and Social Justice”, New York, Sheed & Ward, 1972, p.
4.)
(20) Entonces, ¿por qué muere el niño si se lo extrae antes de tiempo?
Necesariamente no muere. Hasta
el siglo pasado, los niños prematuros nacidos antes del séptimo mes
generalmente morían por falta de medios técnicos adecuados para mantenerlos
vivos.
Por el contrario, hoy es posible salvar a una criatura nacida
después de la vigésima semana (cuatro
meses y 20 días).
Los científicos ya están procurando
desarrollar una placenta artificial para que sean “viables” los embriones de diez semanas de vida (dos meses y medio).
Por lo tanto, de algún
modo el bebé puede desarrollarse por sí mismo, dependiendo del
perfeccionamiento de los sistemas técnicos de apoyo.
________________________________________
• LA
VIDA INTRAUTERINA DEL BEBÉ
(21) ¿Cuántas semanas dura el embarazo?
Cuarenta semanas. La verdadera edad del bebé se debe
contar a partir de la concepción.
(22) ¿En qué momento comienza a latir el corazón y a funcionar el cerebro?
Al cabo de las tres semanas de la concepción (21 días),
el corazón humano comienza a latir, bombeando sangre que puede ser de un tipo
diferente al de la madre.
Y transcurridas seis semanas desde la concepción (40
días), la actividad cerebral ya consigue ser captada por el
electroencefalograma.
Algunos abortistas
sostienen que sólo hay vida humana recién cuando aparece la actividad cerebral
y dicen que, así como una persona está muerta cuando su actividad cerebral no
puede medirse por el electroencefalograma, el feto tampoco es humano en tanto
no aparezca esta actividad.
Esto es erróneo desde todo punto de vista, pero específicamente
en cuanto a las células nerviosas, ya que en la muerte cerebral ellas vivieron
y ya murieron; en el feto, por el contrario, empezarán a vivir.
(23) ¿Cuándo está completamente formado el cuerpo del bebé?
En
The Early Biography Everyman, el Dr. Bart Heffernan escribe:
“Después de la octava
semana, ningún otro rudimento de órgano embrionario será formado. Todo cuanto
debe tener un niño desarrollado ya se encuentra presente.”
(24) ¿Puede describir la fase intrauterina de la vida del bebé?
Esta
fase intrauterina fue muy bien descripta por el Dr. William A. Liley, conocido
como el “padre de la Fetología”:
“El nuevo ser, organizando su ambiente y dirigiendo su destino
con tenaz determinación, se implanta en la pared esponjosa o endometrio. En una
manifestación de vigor fisiológico, suprime el período menstrual de la madre.
“Aquella será su casa durante los próximos 270 días y, para
hacerla habitable, el embrión desarrolla para sí una placenta y un envoltorio
protector con líquido amniótico.
“Sabemos que el feto está siempre moviéndose en su exuberante mundo,
de tal modo que la comodidad del feto determina su posición.
“Reacciona ante el dolor, al contacto, al frío, al sonido y a la
luz.
“Se alimenta del fluido amniótico, absorbiendo mayor cantidad si
es endulzado artificialmente y en menor cantidad si tiene un gusto que no le
agrada.
“Solloza y se chupa el dedo. Duerme y se despierta. No le
agradan las señales repetitivas, pero se le puede enseñar a distinguir dos
señales sucesivas.
“Y finalmente, es él quien determina el día en que va a nacer,
porque, sin ninguna duda, el inicio del parto es una decisión unilateral del
nonato.
“Este es el feto que conocemos y que un día fuimos nosotros.
Este es el feto que tratamos en la obstetricia moderna; el mismo bebé que
cuidamos antes y después del nacimiento, y que antes de ver la luz del día
puede enfermarse y necesitar de diagnóstico y tratamiento como cualquier otro
paciente”.
(25) ¿El nonato siente dolor?
Sí.
La capacidad
de sentir y de reaccionar ante el dolor no se origina en el nacimiento o
después de éste.
La
ciencia ha demostrado la extraordinaria reactividad del feto humano al sonido,
al gusto, al tacto y al dolor, a través de las ecografías, de los
electroencefalogramas y de las endoscopias.
La
Comisión de Investigación sobre la Capacidad de Sentir de los Fetos de Gran
Bretaña ha concluido que:
“Existe un creciente número de evidencias de que el feto puede
sentir dolor alrededor de las once semanas. Algunos señalan que el movimiento
más temprano de la criatura no nacida se puede observar a las cinco semanas y
media de concebida y que es posible que sienta dolor desde esta etapa. De
hecho, a medida que se descubre más sobre el desarrollo del bebé no nacido, la
etapa en que se piensa que puede experimentar dolor es cada vez más temprana”.
El
ex-presidente norteamericano Ronald Reagan escribió lo siguiente:
“Debemos conocer la
realidad de los horrores que ocurren. Los médicos hoy saben que un bebé por
nacer puede sentir, desde las entrañas de su madre, una caricia, así como que
pueden reaccionar ante el dolor. Pero ¿cuántos norteamericanos están al
corriente de las técnicas de aborto que queman la piel del bebé con una
solución salina, dejándolo en una agonía que puede durar varias horas hasta
morir?”.
(26) ¿Qué es el nacimiento?
Como
observa el Dr. Jack Willke:
“El nacimiento es la salida del niño del útero de la madre, la
sección del cordón umbilical y el comienzo de la existencia del niño separado
físicamente del cuerpo de la madre.
“El único cambio que se produce con el nacimiento es una modificación
del sistema externo de apoyo a la vida del niño. No hay diferencias entre el
niño antes y después de nacer, excepto el cambio en sus métodos de alimentación
y de obtención del oxígeno.
“Antes del nacimiento, el bebé obtenía alimento y oxígeno de la
madre a través del cordón umbilical. Después del nacimiento, obtiene el oxígeno
por medio de sus propios pulmones y la nutrición a través de su propio
estómago, siempre que sea suficientemente maduro como para nutrirse por esta
vía.” (Cfr. Dr. Jack Willke y Bárbara
Willke, "Aborto, preguntas y respuestas", op. cit. p. 62.)
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