MADRES HEROÍNAS

Desde la humildad aspiramos ser un grano de arena en la lucha, en favor del derecho natural dado por Dios. Todos los seres humanos tenemos derecho a la vida. Va este artículo en honor a la madre heroína más grande de todos los tiempos: NUESTRA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA. 

MARIÁN SUÁREZ

Marián Suárez Illana, hija del ex presidente del gobierno de España, Adolfo Suárez, abogada de profesión y casada con el economista Fernando Romero, se le diagnosticó un cáncer de mama en enero de 1993 cuando se encontraba embarazada de su segundo hijo, Fernando, hecho que la hizo decidir posponer ciertos tratamientos anticancerígenos que podrían haber acabado con la vida de su hijo.

   A Marián que contaba entonces con 29 años, se le extendió el cáncer al pulmón, cerebro e hígado, los médicos le daban una esperanza de vida de apenas tres meses, sin embargo tras someterse a diversas operaciones, con mastectomías e histerectomía incluidas y tratamientos de quimioterapia y autotrasplante consiguió ganarla la batalla al cáncer hasta los 41 años a los que falleció en la clínica madrileña de La Luz a consecuencia de una carcinomatosis meníngea.

   El riesgo para la salud física y psíquica de la madre es uno de los supuestos para los que el aborto esta despenalizado en España, pero Marián revelándose contra esta ley impía, decidió libremente apostar por la vida de su hijo a riesgo de perder la suya como así fue.

   El 5 de marzo de 2001 le fue concedido el premio anual de la ONG “acción familiar”, en Madrid, por su testimonio valiente en favor de la vida y de la familia, en una época y en un país caracterizados por el egoísmo, cuando se enteró de que estaba enferma, opto por la vida, testimonio admirable con el que se ha ganado la admiración de muchos españoles, este valiente testimonio servirá de ejemplo para otras muchas personas que se encontraran en situaciones parecidas a ella.

CARLA ARDENGHI

Mujer, esposa y madre. Carla Ardenghi fue todo eso y lo supo llevar hasta las últimas consecuencias. Carla nació en Rise Seriati el 05 de mayo de 1964, quedo huérfana a muy temprana edad y fue criada junto a su hermana Paola por su tía paterna, María. Contrajo matrimonio a los 18 años con Valerio Ardenghi y el matrimonio pronto se alegró por el nacimiento de su hijo Richard.

   En 1988 se le descubrió un  melanoma en el útero, a este hecho le siguieron meses de miedo y ansiedad, cuatro años más tarde luego de recobrar la serenidad está esperando por su segundo hijo, embarazo deseado y celebrado por toda la familia. Pasan unos pocos meses y en diciembre de 1992 el mal que perecía estar derrotado aparece de nuevo con toda su gravedad.

   Carla fue hospitalizada, el diagnóstico es malo, pero ella ya ha tomada su decisión, compartida por el marido, no  quiere poner en peligro la vida de su hijo y sigue adelante con el embarazo, rechazando el aborto terapéutico, única solución para interrumpir un embarazo que los médicos le había desaconsejado. La historia de Carla Levati, de veintiocho años, ha conmovido a la opinión pública italiana. El niño Esteban, ha nacido con parto cesáreo al sexto mes, pocas horas antes de la  muerte de la madre, Esteban apenas pesaba 600 gramos al nacer y el margen de esperanza para él es muy reducido, su corazón pequeñito se detiene después de diez días de vida. La madre lo espera en el Cielo.

   En 1994, Carla Ardenghi fue galardonada con la medalla de oro al valor civil, con la siguiente cita: “Golpeada por una enfermedad incurable, con un embarazo temprano, renuncio a cualquier tipo de cirugía o tratamiento para no causar ningún daño al niño, movida por un impulso de amor llevado hasta el sacrificio extremo”.

   

   El matrimonio de Carla con Valerio era un matrimonio muy unido y feliz, con una formación arraigada en bases sólidas, según el estilo de las gentes de esa región, que es precisamente la que vio nacer a Ángelo Roncalli, el que fue papa Juan XXIII, Carla trabajaba de obrera en un taller, trabajo que dejo para dedicarse enteramente a sus hijos.

AGATA MROZ - OLSZEWSKA

Agata Mroz nació el 7 de Abril de 1982 en Polonia (Dabrowa Tarnowsca), y falleció a los 26 años, el 4 de Junio de 2008 en Breslavia. Fue una joven estrella de voleibol, dos veces campeona de Europa en los años 2003 y 2005 con la selección de su país, en España formo parte del equipo profesional CAV Murcia con el que gano el título de la superliga.

   A los 17 años de edad le diagnosticaron leucemia pero lejos de venirse abajo supero su enfermedad y al poco tiempo ya era conocida como la mejor deportista de Polonia, proclamándose bicampeona de Europa, la enfermedad la hizo someterse constantemente a transfusiones de sangre, como gesto de apoyo miles de polacos donaron sangre.

   En 2007 contrajo matrimonio con Jacek Olszewski, pero su débil salud no le permitió hacer el viaje de bodas, pronto quedó embarazada y unas pocas semanas después los médicos descubrieron que su enfermedad se había agravado, los médicos le aconsejaron un trasplante de medula, fue entonces cuando tomo la heroica decisión de postergar el trasplante para no poder en riesgo su embarazo.

   Ágata se sometió al trasplante poco después de dar a luz a su hija Liliana, sufriendo una infección mortal. Sus funerales se celebraron el mismo día y en la misma iglesia donde había contraído matrimonio el año anterior. En declaraciones del obispo Marian Florczyk, quien presidio los funerales, -Polonia recibió de Agata  un testimonio de amor, maternidad, deseo de dar vida y el amor heroico a un niño no nacido.

   Agata declaro a un periódico no haberse arrepentido nunca de quedarse embarazada, “la noticia de que iba a ser madre me hizo sentir afortunada. Me alegro mucho porque sentiría lo que ser una madre y le daría a mi esposo algo bueno de mi misma”, declaro. 

GIANNA BERETTA MOLLA (SANTA JUANA).

El 16 de Mayo del 2004 Juan Pablo II canonizo a la cirujana y pediatra Gianna Beretta Molla, quien opto libremente por no someterse a un tratamiento de cáncer que hubiese matado a su cuarto hijo. Como sucede en estos casos se le había recomendado un aborto, “solución rápida y segura del problema aconsejada por sus médicos” pero Gianna replica: - No lo permitiré jamás. No se preocupe por mí, basta que valla bien el niño...

  Gianna nos enseña que a veces, cuando la mentalidad deshumanizada y materialista en la que vivimos intenta seducirnos con soluciones fáciles y egoístas no hay más remedio que ir contra corriente y ser heroicos.

  Madres heroínas como Gianna saben bien que si peligra la vida de la madre, no es licito moralmente practicar el aborto y acabar por tanto con la vida del bebe, lo que hay que hacer en estos casos es intentar salvar con todos los medios médicos disponibles la vida de ambos, aunque luego por circunstancias ajenas a la voluntad no se consiga el fin deseado, pero tenemos la obligación de intentarlo con todas nuestras fuerzas y la razón es que cada ser humano desde el instante de la concepción tiene el derecho inalienable de existir, derecho concedido por Dios, ¿Quién somos nosotros para decidir si un bebe por nacer ha de vivir o morir?

  Gianna Beretta se sometió a una operación para extraerle un tumor, eso fue el 6 de septiembre de 1961, los siete meses siguientes estuvieron llenos de molestias y riesgos. El Sábado Santo 21 de abril de ese mismo año dio a luz a su hija Giannina, una semana después murió a consecuencia de las complicaciones, convirtiéndose en una mártir del amor materno.

RITA FEDRIZZI

Rita Fedrizzi, madre italiana cuya figura fue exaltada por el Vaticano, alabando su acto heroico, esta mujer de 41 años descubrió que tenía cáncer prácticamente al mismo tiempo que descubría que estaba embarazada. Los médicos le habían advertido de que para poder tratarla de su tumor maligno que le estaba apagando la vida tenía que someterse a un aborto, pero a pesar de dicha recomendación ella prefirió seguir adelante con su embarazo ante el asombro de los médicos. “Ella sabía que si daba a luz no tenía esperanza alguna de sobrevivir... pese a ello, ella mantuvo su decisión, la decisión de traer una nueva vida a costa de su propia muerte”, ha informado el Vaticano.

    Seis meses después nace su hijo Federico, tres meses después de dar a luz el final que le habían predicho se cumple y fallece rodeada del cariño de su marido y de sus tres hijos, Federico, por quien ella dio la vida, y dos niños más de 12 y 10 años de edad, su marido otro héroe próvida sin duda, apoyó en todo momento su decisión, debió sentirse muy orgulloso de que su esposa prefiriera morir antes que quitarle la vida al hijo de ambos.

STACIE CRIMM

Una mujer estadounidense llamada Stacie Crimm de 41 años,  consiguió quedar embarazada despues de intentarlo durante varios años sin resultados positivos, y con la opinión médica de que sería muy difícil un embarazo, ella estaba muy feliz con su nueva condición de embarazada, pero al poco dolores de cabeza, problemas de visión y temblores hicieron que empezara a preocuparse por esa extraña sintomatología, en el cuarto mes a Stacie le diagnosticaron un tumor cerebral y en el cuello, para intentar salvarse la única salida que le ofrecía la ciencia médica era someterse a sesiones de quimioterapia, que terminarían afectando la vida de su bebe, ante esta disyuntiva Stacie decidió seguir adelante con su embarazo y renunciar al tratamiento de quimioterapia que quizás le hubiese salvado la vida, eligió salvar a su hija y arriesgarse a perder la suya,  para ella era más importante la vida de su bebe que la suya propia, (su elección cuentan que tuvo repercusión internacional).

    En Agosto Stacie se desmayó provocando que el corazón de su hija se parase durante unos momentos, ante esto los médicos practicaron una cesárea de emergencia, la pequeña Dottie nació pesando menos de un kilo, teniendo que pasar varios días en una incubadora mientras su madre permanecía en cuidados intensivos debatiéndose entre la vida y la muerte, veinte días después Stacie despertó en el hospital, y después de pedirlo pudo conocer a su hija y tenerla en brazos, tres días después Stacie falleció, pero antes la entregó en adopción a su hermano y tío de la niña Ray Phillips, todo un ejemplo de radicalidad ante el valor intrínseco de la vida, ejemplo de valor y de coraje a imitar que hace estremecer, algún día madre e hija se reencontrarán en el cielo.