María quiere decir doctora, maestra, guía en el mar. María dice San Isidoro, significa luz o estrella del mar; porque María dió al mundo la luz eterna.
Tobías pronunció estas proféticas palabras: “Invocándoos, invocarán un gran
nombre”: (Tob. 13, 15).
Seréis grande,
se
dijo de Judit, y
vuestro nombre será conocido en toda la tierra: (11, 21). Y Judith
no era más que la figura de María.
El Señor ha hecho hoy tan glorioso vuestro
nombre, que los labios de los hombres no dejarán de alabaros: (12, 15).
El
nombre de María equivale a una profecía, dice S.
Pedro Crisólogo. Significa
salvación para los que renacen, gloria de la virtud, honor de la pureza,
llegada de la castidad, sacrificio de un Dios, ternura misericordiosa que a
nadie rechaza, reunión de todo lo santo. El nombre de la Madre de Jesucristo
con justicia es un nombre maternal.
Vuestro nombre, o madre de Dios, está lleno
de bendiciones, dice Metodio.
Los
enemigos que nuestros ojos, pueden ver, dice S.
Bernardo, temen
menos a un numeroso ejército puesto en batalla, de lo que los poderes del aire
temen el nombre de María. Siempre que lo encuentran pronunciado con frecuencia
y devotamente invocado, siempre que se imitan las virtudes de la que lo lleva,
se derriten y desaparecen como la cera ante el fuego.
La
invocación del nombre de María salva algunas veces más pronto que la del nombre
de Jesús, dice S. Anselmo; no porque aquél sea más grande y
poderoso: no saca su poder y su grandeza de María, pero sí de Jesús. Cuando no
escucha, si se invoca su propio nombre, obra con justicia; pero cuando se
invoca el nombre de su Madre, si no merece ser oído el que le invoca,
interceden por él los méritos de María, y le hacen conseguir lo que pide en su
nombre. (De Ercell. Virg., c. l.) .
San León califica de saludabilísima
a la bienaventurada Virgen: Salutiferam. (Serm, de Aununt).
¡Oh bendito nombre, nombro lleno de dulzura!
Vuestro nombre, o María, es el bálsamo del consuelo y de la fuerza.
El
nombre de María calma la ira y todas las pasiones...; nos da la gracia y la
misericordia...; sostiene el alma y le comunica el fuego de la caridad...;
protege el honor y la reputación...; consuela a los afligidos...; da la
victoria, embriaga con secretas delicias...; cura todos los males......
El
nombre de Jesús, dice S. Bernardo, es dulce como la miel en los
labios; es una melodía para los oídos, y una alegría para el corazón. (Serm. XV in
Cant.).
Los mismos efectos produce el nombre de
María......
TESOROS
de
CORNELIO Á
LÁPIDE.
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