El Santo Rosario consiste
en recitar quince decenas de Avemarías, encabezadas cada una por la invocación
del misterio correspondiente y un Padrenuestro, y terminadas con un Gloria
Patri. Una parte del Rosario son cinco decenas. Son los Misterios Gozosos, Dolorosos y
Gloriosos respectivamente. Suele rezarse
una de estas partes cada día. Rezado en familia o en grupo, quien dirige reza
la primera parte de cada oración y el coro responde completándola.
QUE DICEN LOS PAPAS DE ESTA ORACIÓN.
1—Es la oración
propia de la familia cristiana.
El Rosario mantiene la Fe y las costumbres,
cuyo baluarte es el hogar cristiano. Así se dice: La familia que reza
unida, permanece unida. El fruto del Rosario en familia es la
concordia de padres e hijos, une los presentes con los ausentes y con los
difuntos, y a todos en el amor de la Santísima Virgen, la CORREDENTORA de la humanidad.
Los trabajos, los intereses, los estudios,
los negocios, los quehaceres domésticos, todo hace alto, para elevar la mente
hacia el Padre que está en los Cielos para pedirle por las necesidades, para
rogar por la eterna salvación, para pedir por los difuntos, para suplicar el perdón
de los pecados, para vivir siempre en la
gracia de Dios y glorificarle en todas las cosas, grandes y pequeñas.
Al sucederse las Avemarías, todas las
peticiones del corazón de los que rezan, van penetrando en el Cielo; son recogidas
por la Madre de Dios, MEDIADORA de TODAS las GRACIAS, llamada por los Santos,
OMNIPOTENCIA SUPLICANTE, y presentadas ante su Hijo.
La derrota de los herejes albigenses, la
victoria de Lepanto, atribuida a él por San
Pío V, en cuyo aniversario se celebra la fiesta de NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, la liberación
de Viena por Juan Sobieski y otras victorias contra los turcos, al Rosario se
deben según los Papas. El dio fuerza a los vandeanos para luchar contra la Revolución
Francesa; acompaño a los mexicanos al martirio aclamado a Cristo Rey cuando la revolución
masónico-marxista; fue la oración de los requetés en la gran Cruzada española contra
el comunismo. Por algo pudo decir San
Pío X: “Dadme un ejército que
rece el Rosario y vencerá al mundo”.
Y los papas dicen que así como esta oración
fue el sostén de los cristianos en las grandes luchas de la Fe y la civilización
cristiana, así debemos recurrir a ella para mover el corazón de nuestra MADRE DEL
CIELO, que tiene el poder de
destruir todas las herejías, en el combate contra el comunismo, el ateísmo y la
inmoralidad modernas. Y hoy el comunismo
ha penetrado en la Iglesia bajo la forma del “PROGRESISMO, NO CATÓLICO
NI CRISTIANO”, “HUMO DE SATANÁS QUE ENTRÓ EN LA IGLESIA” y
desde adentro procede a su “AUTODEMOLICIÓN”.
El Rosario nos ayudara
a mantenernos en la Fe que no cambia según mandan los Papas. El
Papa del siglo San Agatón dice, y lo refirma en 1832 Gregorio XVI: “EN NADA DISMINUIR NI CAMBIAR NADA, NADA AÑADIR A AQUELLAS COSAS
QUE HAN SIDO DEBIDAMENTE DEFINIDAS, SINO CUSTODIARLAS INCÓLUMES EN LAS PALABRAS
Y EN SU SIGNIFICACIÓN”.
Así seremos fieles, en la doctrina y en la práctica,
a
“LO QUE FUE CREÍDO EN TODAS PARTES, SIEMPRE Y
POR TODOS”, según
enseña San Vicente de Lerins.
Por todo ello LUCÍA, la vidente de FÁTIMA,
ha dicho: “DESDE QUE LA SANTÍSIMA
VIRGEN HA DADO UNA EFICACIA TAN GRANDE AL ROSARIO, NO EXISTE NINGÚN PROBLEMA
MATERIAL, ESPIRITUAL, NACIONAL O INTERNACIONAL QUE NO PUEDA SER RESUELTO POR EL
SANTO ROSARIO Y POR NUESTROS SACRIFICIOS”.
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