Historia de este título
Mariano
“Que Nuestra Señora del Corazón de Jesús sea,
para todos nosotros, Madre y Maestra que nos enseñe a conocer y amar, cada día
más, a su Hijo” (M. Mª de Jesús, 29-01-1985)
En Issoudun (Francia) fue el sacerdote
Padre Julio Chevalier,
cuya causa de beatificación está introducida, quien le
dio a la Santísima Virgen este nombre nuevo en 1857. Para él, aquel
título indicaba que María había sido preferida entre
todas las mujeres por el Corazón amante de Dios; que había sido destinada a ser
madre de los hombres, para llevarlos al Corazón de su Hijo; que, en fin, era
Ella: nuestra poderosa abogada ante el Corazón de su Divino Hijo.
Este nuevo título implica dos de los
protagonistas del misterio de la Encarnación: Jesús y
su Madre. María invocada como Nuestra Señora y Cristo contemplado bajo
el signo de su Sagrado Corazón. Somos proyectados así al corazón del misterio
de la fe. “¿Acaso no es María la que nos hace entrar en el misterio de
Cristo y de la Iglesia?”.
Estamos en el corazón del Evangelio que nos
revela la intimidad de María y de Jesús: la
Anunciación, la Navidad, Caná, la Cruz y más tarde el Cenáculo.
Padre Julio Chevalier
…Al pronunciar este nombre, agradecemos y
glorificamos a Dios, porque ha escogido a María entre todas las criaturas para
formar en su seno virginal el Corazón adorable de Jesús. Reconocemos mediante
este título especial, resumen en cierto modo de los demás títulos de María, el
inefable poder que el dulcísimo Salvador le ha concedido sobre su Corazón
adorable. Suplicamos a esta compasiva Madre que nos conduzca al Corazón de su
Hijo... Como el poder de María sobrepasa cuanto nuestra débil razón puede
concebir, y Jesús escucha siempre las humildes súplicas y ruegos de su Madre,
le confiaremos el éxito de las causas difíciles y desesperadas...
La imagen
No se sabe que El Padre Chevalier tuviera
visiones o revelaciones. Por eso al pensar él en la Imagen, no podía reproducir
algo visto, como fue el caso de los videntes de las apariciones de la Santísima
Virgen. De esta manera el Padre Chevalier, más allá de la estética, se esforzó
en explicar el significado del nuevo título. Insistiendo mucho sobre las
relaciones privilegiadas entre María y Jesús. ¿Quieres saber cómo ideó y cómo hizo
ejecutar la Imagen?
Primera imagen
Una imagen de la Inmaculada con las manos
extendidas significando el río de gracias que nos llegan por medio de Ella. La
mirada baja hacia Jesús y también hacia sus hijos, los fieles. Y en gesto
acogedor hacia su Hijo, al que nos presenta. Delante de esta imagen, otra, la
de Cristo niño, señalando con la mano izquierda su propio corazón, y con la
derecha a su Madre, como diciendo: “Por medio de mi Madre se derramarán sobre la
tierra los tesoros de mi corazón”. El
Niño a la edad aproximada de doce años como diciendo: “si queréis las gracias
de las que mi Corazón es la fuente, venid a mi Madre. Ella tiene la llave, como
tesorera, y puede repartir como quiera los tesoros que contiene”.
Primero en 1861 encargó al señor Leopard
Lobin, artista sobre vidrio, construir una vidriera en la capilla. Luego,
cuando pudo ampliar el templo-santuario al Sagrado Corazón, encargó para el
altar a Nuestra Señora con la misma representación, una bella y gran Imagen en
mármol blanco de Carrara a un escultor de reconocido prestigio Jules Blanchard.
Mide 1,70m y se terminó en 1868. Se la coronó el 8 de septiembre de 1869 por
Breve Pontificio del Papa Pio IX con la asistencia de veinte mil peregrinos,
treinta obispos y seiscientos sacerdotes.
Segunda imagen
Representa a la Virgen María con el Niño en
brazos y ella mostrándonos el corazón del Hijo, a su vez, el Niño abre los
suyos como queriendo abarcar a todo el mundo.
Tercera imagen
María, de pie, tiene en sus brazos a su
pequeño Hijo, sosteniendo su Corazón. Jesús señala con una de sus manos su
Corazón, y con la otra nos refiere a su Madre. La representación de la íntima
relación entre ambos no puede ser más perfecta: “Venid a Mí por medio de Ella, que es la dueña
de mi Corazón”.
La Oración del Acordaos y
del Acuérdate
Lo esencial de lo que implica el título de
Nuestra Señora del Sagrado Corazón: el poder de María sobre
el Corazón de su Divino Hijo. Ello es lo que convierte a María en la más
poderosa intercesora. Y por ello se le denomina también como “Abogada de las causas
difíciles y desesperadas”.
Todos los devotos de Nuestra Señora del
Sagrado Corazón gozamos también de una oración “oficial”
dirigida a ella. Le llamamos la Oración del “Acordaos” (autor: P. Julio Chevalier, MSC). Es
una bonita oración de súplica que millones de personas rezan a diario en los
cinco continentes y que es considerada como una poderosa oración de
intercesión.
Hay una versión más moderna que llamamos “Acuérdate” (autor: P. Jean Tostain, MSC) y que
trata de expresar lo mismo, pero bajo la óptica teológica del Vaticano II. (traducción de las Hijas de Santa María
del Corazón de Jesús)
Acordaos
¡oh
Nuestra Señora del Sagrado Corazón!, del
inefable poder que vuestro Hijo divino os ha dado sobre su Corazón adorable.
Llenos de confianza en vuestros merecimientos, acudimos a implorar vuestra
protección. ¡Oh celeste Tesorera del Corazón de
Jesús, de ese Corazón que es el manantial inagotable de todas las gracias, y el
que podéis abrir a vuestro gusto para derramar sobre los hombres todos los
tesoros de amor y de misericordia, de luz y de salvación que encierra!
Concedednos, os lo suplicamos, los favores que solicitamos. (Se pide la gracia
que se desea alcanzar)
No, no podemos recibir de Vos desaire alguno, y puesto que
sois nuestra Madre, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón!, acoged favorablemente nuestros ruegos y
dignaos atenderlos. ¡Así sea!
¡Ntra.
Señora del Sagrado Corazón, rogad por nosotros! (Repetir
con fervor tres veces.)
Acuérdate
Nuestra Señora del
Sagrado Corazón, de
las Maravillas que hizo en Ti el Señor. Él te escogió por Madre y te quiso
junto a su cruz. Ahora, te hace partícipe de su gloria y escucha tu plegaria.
Ofrécele nuestra alabanza y nuestra acción de gracias. Preséntale nuestras
peticiones... (Se pide la gracia que se desea alcanzar)
Haznos vivir como
Tú, en el Amor de tu Hijo, para que venga a nosotros su Reino. Conduce a todos
los hombres, a la Fuente de Agua Viva que brota de su Corazón, extendiendo,
sobre el mundo, la esperanza y la paz, la misericordia y la salvación. Mira
nuestra confianza, responde a nuestra súplica y muéstrate siempre nuestra
Madre. Amén.
Nuestra
Señora del Sagrado Corazón. Ruega por nosotros. (Se
dice tres veces).