jueves, 12 de diciembre de 2019

NOVENA A MARÍA SANTÍSIMA DE GUADALUPE. NOVENO DÍA.





COMENZAMOS: 4 de diciembre.



FINALIZAMOS: 12 de diciembre (fecha de su aparición).





NOVENO DÍA (12 de diciembre)




Pax Christi et Mariæ.


   Hincando ambas rodillas, delante de una Imagen de mi Señora, habiéndote persignado, haz el Acto de Contrición siguiente.





ACTO DE CONTRICIÓN.



   Dios te salve María Santísima de Guadalupe, amantísima Madre de pecadores, a mí me pesa Señora de haber ofendido a tu Hijo mi Dios por ser quien es, y ser Hijo tuyo porque le amo sobre todo amor, y por ser ofensas contra ti (a quien después de su Majestad debo amar) espero Madre mía por tu intercesión alcanzar perdón de mis pecados, y gracia para nunca más pecar; prometo Señora la enmienda de mi Vida y cumplir hasta la muerte este propósito: y así no me desampares, ruega a Jesús, tenga misericordia de mí. Peque Señora mía, alcánzame misericordia de tu Hijo Jesús.




DIOS TE SALVE MARÍA…



   Mar de misericordia, Aurora, y Precursora de la gracia, Pronostico de la salud del mundo Cristo Jesús, Reina de los Ángeles, y hombres, Iris, que conviertes los rigores de un Dios airado, endulces misericordias, alegría de Cielos y tierra, felicidad de este Reino Indiano: por tu nombre, y sagrada Aparición de Guadalupe, te pedimos estampes en nuestras almas con el pincel de tu gracia, la Imagen de tu hermosísimo rostro dándonos la joya apreciable dé la caridad perfecta para con Dios, y nuestros prójimos; una muerte de puro amor de Dios, y dolor de nuestros pecados: en ella tu asistencia para alcanzar perdón; y en Vida amor a nuestros enemigos, resolución de no pecar más, inclinación a las virtudes, y aprecio a la frecuencia de Sacramentó, Vivir en gracia, y gozar de la alegría perfecta, que es gozar de Dios en tu compañía amándole en su gloria. Amén. 








ORACIÓN DEL NOVENO DÍA… 




   Dios te Salve María, Ejemplo de amor, que en amar a Dios perfectísimamente excedes a los Coros Angélicos, Santos del Cielo, y Justos de la tierra. Dios te salve ejemplo de pureza, paloma candidísima la más agradable a un Dios Trino, y Uno. Dios te Salve Señora de les Serafines: yo te alabo con estos abrasadísimos Espíritus; y suplico por su amor, que hagas nos asistan, para que, a su imitación, no cesemos un infante de amar a quien por amarnos dio la vida en el Árbol de la Cruz; para que vivamos crucificados con su amor siendo nuestra Vida amarle, y el ofenderle muerte; y que a ti amorosa María, que tanto le amas te sigamos muriendo por amarle, y por amarte a ti; y entregando nuestras almas en tus manos en ellas hallemos el tesoro de amarle siempre en su gloria. Amén Jesús.




   —Hoy haz templo tu alma, y recibe a María Santísima, adorándola muchas Veces, en lugar de las adoraciones que la dieron en el Palacio; y da de comer a una pobrecita sírvela a la mesa (aunque sea una natural) haciendo cuenta; que das de comer a María Santísima, y no tengas Vergüenza de servirla.



—Dos Ave Marías por quien empezó esta Novena, y por quien se hizo.




miércoles, 11 de diciembre de 2019

NOVENA A MARÍA SANTÍSIMA DE GUADALUPE. OCTAVO DÍA.





COMENZAMOS: 4 de diciembre.




FINALIZAMOS: 12 de diciembre (fecha de su aparición).





OCTAVO DÍA (11 de diciembre)




Pax Christi et Mariæ.



   Hincando ambas rodillas, delante de una Imagen de mi Señora, habiéndote persignado, haz el Acto de Contrición siguiente.





ACTO DE CONTRICIÓN.



   Dios te salve María Santísima de Guadalupe, amantísima Madre de pecadores, a mí me pesa Señora de haber ofendido a tu Hijo mi Dios por ser quien es, y ser Hijo tuyo porque le amo sobre todo amor, y por ser ofensas contra ti (a quien después de su Majestad debo amar) espero Madre mía por tu intercesión alcanzar perdón de mis pecados, y gracia para nunca más pecar; prometo Señora la enmienda de mi Vida y cumplir hasta la muerte este propósito: y así no me desampares, ruega a Jesús, tenga misericordia de mí. Peque Señora mía, alcánzame misericordia de tu Hijo Jesús.





DIOS TE SALVE MARÍA…



   Mar de misericordia, Aurora, y Precursora de la gracia, Pronostico de la salud del mundo Cristo Jesús, Reina de los Ángeles, y hombres, Iris, que conviertes los rigores de un Dios airado, endulces misericordias, alegría de Cielos y tierra, felicidad de este Reino Indiano: por tu nombre, y sagrada Aparición de Guadalupe, te pedimos estampes en nuestras almas con el pincel de tu gracia, la Imagen de tu hermosísimo rostro dándonos la joya apreciable dé la caridad perfecta para con Dios, y nuestros prójimos; una muerte de puro amor de Dios, y dolor de nuestros pecados: en ella tu asistencia para alcanzar perdón; y en Vida amor a nuestros enemigos, resolución de no pecar más, inclinación a las virtudes, y aprecio a la frecuencia de Sacramentó, Vivir en gracia, y gozar de la alegría perfecta, que es gozar de Dios en tu compañía amándole en su gloria. Amén. 








ORACIÓN DEL OCTAVO DÍA… 




   Dios te Salve María, Panal Virgíneo, que misericordiosamente endulzas las amargaras de la muerte. Dios te salve, Tórtola amorosa. Dios te salve   Reina de los Querubines: yo te alabo con estos eminentes Espíritus, y ruego por sus perfecciones, me alcances en mis obras la perfección de ellas, para agradar a Dios, y que en todas me asistan, para que contigo la más eminente, y perfecta de todas las criaturas a tu Hijo Santísimo adoremos en la gloría. Amén Jesús.





—Hoy en lugar del Querubín, enciende tu alma con actos de amor de Dios, de María Santísima, de Fe, Esperanza, y Caridad, hazlos siete veces cada uno.





martes, 10 de diciembre de 2019

NOVENA A MARÍA SANTÍSIMA DE GUADALUPE. DÍA SÉPTIMO.





COMENZAMOS: 4 de diciembre.



FINALIZAMOS: 12 de diciembre (fecha de su aparición). 




SÉPTIMO DÍA (10 de diciembre)




Pax Christi et Mariæ.


   Hincando ambas rodillas, delante de una Imagen de mi Señora, habiéndote persignado, haz el Acto de Contrición siguiente.





ACTO DE CONTRICIÓN.


   Dios te salve María Santísima de Guadalupe, amantísima Madre de pecadores, a mí me pesa Señora de haber ofendido a tu Hijo mi Dios por ser quien es, y ser Hijo tuyo porque le amo sobre todo amor, y por ser ofensas contra ti (a quien después de su Majestad debo amar) espero Madre mía por tu intercesión alcanzar perdón de mis pecados, y gracia para nunca más pecar; prometo Señora la enmienda de mi Vida y cumplir hasta la muerte este propósito: y así no me desampares, ruega a Jesús, tenga misericordia de mí. Peque Señora mía, alcánzame misericordia de tu Hijo Jesús.




DIOS TE SALVE MARÍA…



   Mar de misericordia, Aurora, y Precursora de la gracia, Pronostico de la salud del mundo Cristo Jesús, Reina de los Ángeles, y hombres, Iris, que conviertes los rigores de un Dios airado, endulces misericordias, alegría de Cielos y tierra, felicidad de este Reino Indiano: por tu nombre, y sagrada Aparición de Guadalupe, te pedimos estampes en nuestras almas con el pincel de tu gracia, la Imagen de tu hermosísimo rostro dándonos la joya apreciable dé la caridad perfecta para con Dios, y nuestros prójimos; una muerte de puro amor de Dios, y dolor de nuestros pecados: en ella tu asistencia para alcanzar perdón; y en Vida amor a nuestros enemigos, resolución de no pecar más, inclinación a las virtudes, y aprecio a la frecuencia de Sacramentó, Vivir en gracia, y gozar de la alegría perfecta, que es gozar de Dios en tu compañía amándole en su gloria. Amén. 








ORACIÓN DEL SÉPTIMO DÍA… 




   Dios te salve María, Vida de los Santos, y espanto de los Demonios. Dios te salve vida fructífera, y océano de virtudes. Dios te salve vida, y Emperatriz de los Tronos: yo te alabo con estos escogidos Espíritus, y por ellos te suplico, me otorgues, que a su imitación sea trono de Dios conservando mi alma sin la culpa, (que me priva de tal gloria) y que sea mi vida semejante a la de los Justos, para ser agradable asiento a tan grande Majestad, viviendo a las cosas eternas; y muriendo al mundo, y a mí mismo para vivir en tu compañía, en la feliz patria de la gloria. Amén Jesús.





—Hoy en lugar de la Luna, haz siete Actos de humildad, y mira las creses, y menguas de tu alma, propón de no dejar el ejercicio de las virtudes, y devociones, que tenías antes, y no desprecies a los pobres.





lunes, 9 de diciembre de 2019

NOVENA A MARÍA SANTÍSIMA DE GUADALUPE. DÍA SEXTO





COMENZAMOS: 4 de diciembre. 



FINALIZAMOS: 12 de diciembre (fecha de su aparición).






SEXTO DÍA (9 de diciembre)



Pax Christi et Mariæ.



   Hincando ambas rodillas, delante de una Imagen de mi Señora, habiéndote persignado, haz el Acto de Contrición siguiente.




ACTO DE CONTRICIÓN.


   Dios te salve María Santísima de Guadalupe, amantísima Madre de pecadores, a mí me pesa Señora de haber ofendido a tu Hijo mi Dios por ser quien es, y ser Hijo tuyo porque le amo sobre todo amor, y por ser ofensas contra ti (a quien después de su Majestad debo amar) espero Madre mía por tu intercesión alcanzar perdón de mis pecados, y gracia para nunca más pecar; prometo Señora la enmienda de mi Vida y cumplir hasta la muerte este propósito: y así no me desampares, ruega a Jesús, tenga misericordia de mí. Peque Señora mía, alcánzame misericordia de tu Hijo Jesús.





DIOS TE SALVE MARÍA…




   Mar de misericordia, Aurora, y Precursora de la gracia, Pronostico de la salud del mundo Cristo Jesús, Reina de los Ángeles, y hombres, Iris, que conviertes los rigores de un Dios airado, endulces misericordias, alegría de Cielos y tierra, felicidad de este Reino Indiano: por tu nombre, y sagrada Aparición de Guadalupe, te pedimos estampes en nuestras almas con el pincel de tu gracia, la Imagen de tu hermosísimo rostro dándonos la joya apreciable dé la caridad perfecta para con Dios, y nuestros prójimos; una muerte de puro amor de Dios, y dolor de nuestros pecados: en ella tu asistencia para alcanzar perdón; y en Vida amor a nuestros enemigos, resolución de no pecar más, inclinación a las virtudes, y aprecio a la frecuencia de Sacramentó, Vivir en gracia, y gozar de la alegría perfecta, que es gozar de Dios en tu compañía amándole en su gloria. Amén. 










ORACIÓN DEL SEXTO DÍA…  




   Dios te salve María, Luz que iluminas a todo entendimiento para conocer el verdadero sendero de la santidad. Dios te salve Hija del Santo, y mejor par Señor San Joaquín, y mi Señora Santa Ana, Princesa de las Dominaciones: yo te alabo con estos providentísimos Espíritus, y por sus méritos te suplico, pues presiden a los inferiores Ministros de la providencia, hagas, que, con su compañía, domine mis pasiones, refrenando la rebelión de la carne para vivir castamente, y con espíritu puro gozar después de esta vida las luces de la gloria. Amén Jesús.




   —Hoy en lugar del ayate dale tu corazón limpio de toda culpa, y perdona a tus enemigos; para que se estampe en el mi Señora, pues la mejor tela es el corazón sin culpa.

domingo, 8 de diciembre de 2019

MES DE MARÍA INMACULADA: DÍA DE CLAUSURA





Día: 8 de diciembre.



Rezar la Oración inicial para todos los días:




Oración para todos los días del Mes




   ¡Oh María! durante el bello Mes que os está consagrado, todo resuena con vuestro nombre y alabanza. Vuestro santuario resplandece con nuevo brillo y nuestras manos os han elevado un trono de gracia y de amor, desde donde presidís nuestras fiestas y escucháis nuestras oraciones y votos.

   Para honraros, hemos esparcido frescas flores a vuestros pies y adornado vuestra frente con guirnaldas y coronas. Mas ¡oh María! no os dais por satisfecha con estos homenajes: hay flores cuya frescura y lozanía jamás pasan y coronas que no se marchitan. Estas son las que Vos esperáis de vuestros hijos; porque el más hermoso adorno de una madre es la piedad de sus hijos, y la más bella corona que pueden deponer a sus pies es la de sus virtudes.

   Sí; los lirios que Vos nos pedís son la inocencia de nuestros corazones; nos esforzaremos pues, durante el curso de este Mes consagrado a vuestra gloria ¡oh Virgen santa! en conservar nuestras almas puras y sin mancha y en separar de nuestros pensamientos, deseos y miradas aun la sombra misma del mal.

   La rosa cuyo brillo agrada a vuestros ojos es la caridad, el amor a Dios y a nuestros hermanos: nos amaremos, pues, los unos a los otros como hijos de una misma familia, cuya madre sois, viviendo todos en la dulzura de una concordia fraternal. En este Mes bendito procuraremos cultivar en nuestros corazones la humildad, modesta flor que os es tan querida; y con vuestro auxilio llegaremos a ser puros, humildes, caritativos, pacientes y resignados.

   ¡Oh María! haced producir en el fondo de nuestros corazones todas estas amables virtudes; que ellas broten, florezcan y den al fin frutos de gracia para poder ser algún día dignos hijos de la más santa y de la mejor de las madres. Amén.





CONSAGRACIÓN


ENTERA Y    PERPETUA A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA


   Al terminar ¡oh María! el bello Mes que, llenos de amor y de alegría, hemos consagrado a vuestro culto, no podemos menos de venir a vuestras plantas a rendiros el último y más valioso homenaje de nuestro amor filial, consagrándonos entera y perpetuamente a vuestro servicio. Bien escaso valor tendrían ante vuestros ojos ¡oh María! los obsequios con que hemos procurado honraros, si ellos no fueran la expresión del deseo de serviros, de ama ros y de honraros mientras nos dure la vida.

   Permitid, pues, que antes de separarnos de vuestro santuario querido, antes que se despoje vuestro altar de las flores que lo embellecen, antes que cesen de subir al cielo las nubes de incienso con que hemos perfumado vuestra imagen, os hagamos en presencia del cielo y de la tierra una consagración pública y solemne de cuanto somos y tenemos en correspondencia a vuestras amorosas finezas. Os consagramos ¡oh Madre querida! nuestra alma con sus potencias, nuestro cuerpo con sus sentidos, nuestro corazón con sus afectos y nuestra vida con sus goces.

   Sois ¡oh María! nuestra tierna Madre, y los hijos todo lo deben a aquellas de quienes recibieron el ser. Pobres son las ofrendas y humildes los obsequios que, llenos de complacencia, os consagramos en este día, el último de esta hermosa serie en que hemos sido tan favorecidos por vuestra maternal bondad. Pero si esos obsequios son pobres, atended ¡oh María! a que ellos son todo lo que tenemos y a que es grande la voluntad con que os los ofrecemos.

   Queremos en adelante perteneceros como un hijo pertenece a su madre, como un siervo pertenece a su señor, como un súbdito a su reina. Nada habrá en nosotros de que Vos no podáis disponer: si queréis nuestro corazón, aquí lo tenéis dispuesto a consagraros sus más puros y encendidos afectos. Ya las criaturas y los falsos bienes de la tierra que por tanto tiempo nos han seducido, no debilitarán el amor que os debemos; ya la tibieza con que, hasta hoy os hemos servido, se convertirá en solicitud asidua y ardiente por vuestra gloria y vuestro culto; ya, en fin, los votos de nuestro agradecimiento os harán olvidar nuestra pasada ingratitud.

   Acoged benigna esta consagración que hoy os hacemos con el corazón lleno de amor y de alegría; dignaos bendecirla y hacerla fecunda en gracias y mercedes; haced que perseveremos siempre en esta resolución, y que el último aliento de nuestra vida sea también el postrer suspiro de amor que hacia Vos exhale nuestro corazón. Esta es ¡oh Madre! la gracia que con más fervor os pedimos al terminar este Mes de bendición, y esta resolución que hacemos en presencia de los ángeles y bienaventurados, será también la flor más preciosa que coronará el ramillete místico que hemos procurado formar con nuestros actos de virtud. Levantad ¡oh María! vuestra mano y bendecidnos, y haced que esa bendición sea para vuestros hijos prenda de eterna felicidad en el cielo. Amén.


   —Aquí se hará una breve pausa para pedir a la Santísima Virgen la gracia que se desea conseguir, y después se terminará con la siguiente:






ORACIÓN

PARA TERMINAR LOS EJERCICIOS DEL MES

   ¡Oh María! se acerca el fin de este bello Mes que nuestro amor os ha consagrado, y ya vemos concluir el último de sus días; pero jamás nos abandonará el recuerdo de los goces que en él hemos experimentado; guardaremos con sumo cuidado las bendiciones y gracias que habéis derramado sobre nosotros, permaneciendo fieles a los santos juramentos que tantas veces hemos renovado al pie de este altar. Ya no nos reuniremos diariamente en este piadoso santuario para cantar vuestras alabanzas y expresar los votos de nuestros corazones; pero volveremos aquí a repetiros que os amamos y que queremos amaros siempre. No veremos ya este trono de flores que nuestras manos os han preparado y desde donde os dejáis ver con vuestros brazos abiertos, inspirando la más tierna confianza. Muy luego van a desaparecer y á marchitarse las bellas flores que os adornan; pero sabemos que hay otras que jamás se secan y cuya belleza puede saciar vuestras miradas y su perfume subir hasta Vos: estas son las que os prometemos conservar en nuestros corazones.

   Sí, el fervor, la piedad, la inocencia, la caridad, la dulzura son los lirios y rosas que os agradan; nos reputaríamos felices si siempre os los pudiéramos ofrecer. ¡Oh María! en este último momento recibid los postreros votos de vuestros hijos; prosternados a vuestros pies al concluir este día, bendicen por última vez vuestras misericordias y se consagran a Vos de nuevo y para siempre; ponen en Vos toda su confianza, ya en el tiempo como en la eternidad que jamás concluye: ¡no permitáis que os seamos infieles! Que mediante vuestro socorro se concluya este año en el fervor y en el más exacto cumplimiento de nuestros deberes. Cuando se acerque la hora del peligro, cuando el mundo nos presente sus falsos placeres, recordadnos los goces de estos días felices y las promesas que tantas veces os hemos repetido, y que entonces os invoquemos triunfantes.

   ¡Adiós, Mes dichoso de María! ¡adiós, bellos días que nos habéis deparado tan dulces goces! ¿Por qué, decidnos, habéis transcurrido tan pronto? -Tan dulce como nos era celebrar a nuestra Madre y presentarle diariamente el tributo de nuestras oraciones y de nuestro amor. ¡Bellos días! ¡felicísimos días! ¡no deberíais haber concluido!… ¡Ah! ¡no veremos ya levantarse vuestra aurora sobre nuestro horizonte!

   ¡Santuario querido, donde se elevaban nuestras oraciones con el perfume de las flores hacia el trono de María! no resonaréis ya con nuestros cantos de alegría. Bien pronto habrá desaparecido toda esta piadosa magnificencia con que nuestra mano había embellecido el altar de la Reina de los cielos; no veremos ya esas guirnaldas suspendidas en torno de su imagen querida. No podremos venir a sus pies, al fin de cada día a cantar sus alabanzas y a escuchar la voz amiga que nos cuenta sus grandezas y bondades. ¡Oh! amables reuniones de la tarde, ¡cuántas veces habéis enternecido nuestros corazones! Ángeles y Santos, sin duda que entonces bajaríais de los cielos a participar de nuestra dicha y alegría, y a honrar a nuestra Reina y a nuestra Madre.

   ¡Adiós, pues, y por última vez adiós! ¡oh hermosos días! ¡Adiós, feliz Mes de María! ¡Adiós, delicias puras que aquí gustaban nuestros corazones! ¡Horas afortunadas, días de paz y de inocencia, adiós! -¡Bien pronto no seréis para nosotros más que un dulce y lejano recuerdo!



Presbítero Vergara Antúnez.

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