jueves, 16 de mayo de 2024

MES DE MARÍA, POR EL PADRE FRANCISCO PALAU - DÍA DECIMOSÉPTIMO.

 



Dispuesto por el Bienaventurado Francisco de Jesús, María y José (en el siglo Francisco Palau y Quer) OCD, Misionero Apostólico, y publicado en Ibiza por la imprenta de Ramón Vidal en 1861. Licencia otorgada por D. Rafael Oliver y Rivas, Gobernador Eclesiástico y Vicario capitular de Ibiza, el 23 de Septiembre de 1861.

  

 

 

Por la señal  de la Santa Cruz, de nuestros  enemigos, líbranos Señor  Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

  

 

 

ACTO DE CONTRICIÓN

 

 

   Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador Padre, Redentor mío. Por ser Tú quién eres, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido. También me pesa que puedas castigarme con las penas del infierno. Ayudado de tu divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

  

 

 

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS

 

 

   Bellísima y habilísima Jardinera, aquí tenéis a vuestros pies un corazón convertido por sus culpas en bosque lleno de espinas y abrojos, donde tienen sus madrigueras y hacen sus crías las pasiones más feas y vergonzosas: a vuestras órdenes están millares de operarios pendientes de vuestros labios, que esperan les mandéis arrancar de él todo lo malo y todo lo vicioso, y sembrar y plantar lo santo, lo bueno y lo virtuoso. Yo os entrego, yo os doy el terreno de mi alma; mandad, Señora del mundo, mandad, Reina de los Ángeles, y será transformado en un paraíso de delicias para Vos y Vuestro Hijo; mandadlo, y vuestras órdenes serán fielmente ejecutadas. Yo os prometo que cooperaré a mi conversión con santos propósitos y firmes resoluciones; mas ¡ay! éstas serán estériles si Vos no las fecundáis. Yo soy una tierra árida, seca, consumida y abrasada por los ardores de mi concupiscencia; en vuestras manos están las llaves de aquella fuente cristalina y pura cerrada por mis culpas… abrid los favores y las gracias y los dones del cielo correrán a torrentes sobre mí. Yo soy un huerto sin muros abierto a todas las ilusiones del ángel malo, al mundo y a sus vanidades. Yo os constituyo su guardiana, protegedme y amparadme.

  

   Vos, oh amabilísima Hortelana, me pedís durante todo este mes flores y yerbas aromáticas, ramilletes, guirnaldas y coronas, ¡ay de mí! En mi alma no hay otra cosa que confusión, desorden, vergüenza, espinas y un bosque desarreglado. Señora, ordenadle, cultivadle, sembrad en él la semilla de todas las virtudes; plantad en él esas flores que buscáis, ponedlas en orden según sus especies. Aquí estoy, vuestra propiedad soy, no me opondré, no resistiré, sino que cooperaré a la obra santa que, en estos días, dedicados a vuestra gloria y al bien de mi alma, Vos os proponéis hacer; principiadla, perfeccionadla y acabadla. Yo os ofrezco estos ejercicios a honra vuestra y a la gloria de vuestro Hijo. Amén.

 

 


 

DÍA DECIMOSÉPTIMO—17 de mayo

 

 

MEDITACIÓN

 

 

I. Los claveles

Después de las rosas y lirios síguense entre las flores aromáticas los claveles. Son plantas muy comunes, fáciles en su cultivo, florecen en todas las estaciones del año; varias en sus colores, y abundan en sus productos. Su olor es de un gusto muy delicado.

 

II. La fortaleza

La fortaleza es la tercera entre las virtudes cardinales. Tiene a su servicio la magnanimidad y la magnificencia, la paciencia y la perseverancia. Tiene en las batallas dos actos, que son: acometer y sostener hasta la muerte el terreno conquistado. Adelanta y no retrocede, hace guerra ofensiva y defensiva. Propuesto el bien que se ha de practicar, los medios y modos por la prudencia; en el ejercicio, en el acto, en la práctica, la fortaleza le sostiene firme, inmóvil, invariable y constante hasta el fin, hasta la muerte. La clavelina, una vez puesta en el jardín, se sostiene contra la intemperie de los tiempos y en medio de todas sus vicisitudes da claveles en todas las estaciones del año. Pertenece a esta virtud y a sus dependientes el don de fortaleza.

 

III. La fortaleza en María

María dio pruebas de su fortaleza en todo el curso de su vida, pero especialmente en la pasión de su Hijo.

  




IV.

Entra en el jardín de tu alma, y ve si están floridas las clavelinas. Examina tu corazón. Propuesto el bien, resuelto a practicar tal o cual otra virtud, en la ejecución ¿eres firme, leal, constante? Venida por causa de tu virtud la persecución y la contradicción, ¿qué haces? ¿Desfalleces? ¿Retrocedes? Revístete de valor, de fuerza y de ánimo; acomete con resolución cuantos actos te proponga y mande ejecutar tu prudencia en orden a la vida; ordena a Dios tu vida, y, planteado el orden, sostenle, y lucha con los obstáculos hasta vencerlos: coge tu flor, y al ofrecer a tu Reina tus propósitos, le dirás:

 

 



 

PRESENTACIÓN DEL CLAVEL A MARÍA


ORACIÓN.

 

 

Señora: Ahí está la flor de este día: es un clavel en ramillete. Os lo presento como símbolo de un propósito que he concebido, y es el de poner orden a mi vida, un orden a mis acciones, aquel orden que me dicta la con ciencia, y el de mantenerle en medio de las vicisitudes y contratiempos de este mundo, y perseverar en él hasta la muerte. Seré fuerte con la fuerza que espero recibir de Dios por vuestra mediación. Aceptad esta flor.

    

 

 

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

 

MES DE MARÍA, POR EL PADRE FRANCISCO PALAU - DÍA DECIMOSEXTO.

 



Dispuesto por el Bienaventurado Francisco de Jesús, María y José (en el siglo Francisco Palau y Quer) OCD, Misionero Apostólico, y publicado en Ibiza por la imprenta de Ramón Vidal en 1861. Licencia otorgada por D. Rafael Oliver y Rivas, Gobernador Eclesiástico y Vicario capitular de Ibiza, el 23 de Septiembre de 1861.

  

 

 

Por la señal  de la Santa Cruz, de nuestros  enemigos, líbranos Señor  Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

  

 

 

ACTO DE CONTRICIÓN

 

   Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador Padre, Redentor mío. Por ser Tú quién eres, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido. También me pesa que puedas castigarme con las penas del infierno. Ayudado de tu divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

  

 

 

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS

 

 

   Bellísima y habilísima Jardinera, aquí tenéis a vuestros pies un corazón convertido por sus culpas en bosque lleno de espinas y abrojos, donde tienen sus madrigueras y hacen sus crías las pasiones más feas y vergonzosas: a vuestras órdenes están millares de operarios pendientes de vuestros labios, que esperan les mandéis arrancar de él todo lo malo y todo lo vicioso, y sembrar y plantar lo santo, lo bueno y lo virtuoso. Yo os entrego, yo os doy el terreno de mi alma; mandad, Señora del mundo, mandad, Reina de los Ángeles, y será transformado en un paraíso de delicias para Vos y Vuestro Hijo; mandadlo, y vuestras órdenes serán fielmente ejecutadas. Yo os prometo que cooperaré a mi conversión con santos propósitos y firmes resoluciones; mas ¡ay! éstas serán estériles si Vos no las fecundáis. Yo soy una tierra árida, seca, consumida y abrasada por los ardores de mi concupiscencia; en vuestras manos están las llaves de aquella fuente cristalina y pura cerrada por mis culpas… abrid los favores y las gracias y los dones del cielo correrán a torrentes sobre mí. Yo soy un huerto sin muros abierto a todas las ilusiones del ángel malo, al mundo y a sus vanidades. Yo os constituyo su guardiana, protegedme y amparadme.

  

   Vos, oh amabilísima Hortelana, me pedís durante todo este mes flores y yerbas aromáticas, ramilletes, guirnaldas y coronas, ¡ay de mí! En mi alma no hay otra cosa que confusión, desorden, vergüenza, espinas y un bosque desarreglado. Señora, ordenadle, cultivadle, sembrad en él la semilla de todas las virtudes; plantad en él esas flores que buscáis, ponedlas en orden según sus especies. Aquí estoy, vuestra propiedad soy, no me opondré, no resistiré, sino que cooperaré a la obra santa que, en estos días, dedicados a vuestra gloria y al bien de mi alma, Vos os proponéis hacer; principiadla, perfeccionadla y acabadla. Yo os ofrezco estos ejercicios a honra vuestra y a la gloria de vuestro Hijo. Amén.

 



 

 

DÍA DECIMOSEXTO—16 DE MAYO

 

 

MEDITACIÓN

 

 

 I. Boca de lobo y némoras, y…

Estas flores no tienen olor, pero embellecen el jardín, y juntas a las odoríferas, suplen lo que a éstas falta, y por lo mismo que no reúnen en sí todas las perfecciones de una flor, no sirven más que para adorno en nuestros ramilletes y jardines.

  

II. La veracidad, la amistad o afabilidad y la liberalidad

La veracidad es una virtud que consiste en presentarse delante de los hombres en dichos y hechos tal como uno es en sí. Se le opone la mentira y la hipocresía. La afabilidad es una virtud por la que el hombre se conduce de un modo digno y decoroso con los demás en su trato y comunicación. La amistad es otra virtud de la justicia, por la que un amigo guarda para con el otro los secretos y las confidencias, lealtad y fidelidad. La liberalidad es una cualidad buena que mueve a guardar un justo medio entre la disipación de los bienes y su retención y acumulación.

  

III. Estas virtudes en María

1ª. Fue veraz, simple, sin ficción ni hipocresía: dijo siempre verdad, no dijo jamás mentira, ni negó la verdad.

2ª.  Fue dulce, tratable, amabilísima, afable, fiel, leal, y en las comunicaciones con sus vecinos guardó siempre decoro y dignidad.

 

IV. Presentación a María de estas flores

Todas las virtudes son necesarias y se han de practicar cuando llegue la ocasión ¿Eres veraz? En el trato con los demás hombres. ¿eres blando, dulce y afable? O bien, ¿eres feroz, bárbaro, cruel, de mala gracia, iracundo, embustero, hipócrita, infiel, traidor? ¿Guardas con los amigos fidelidad? O bien, ¿abusas de sus secretas confidencias? En la administración de los bienes de fortuna, ¿eres avaro o pródigo? Piénsalo bien, medítalo bien. María te pide hoy estas flores; cógelas, y al entregarlas dile:

 

 


 

PRESENTACIÓN DE LAS FLORES


ORACIÓN.

 

 

Recibid, Señora, estas flores como una muestra de mi veracidad, de mi afabilidad y de mi liberalidad. Yo os prometo ser en adelante veraz, afable, tratable y liberal. Aceptad, Señora, estos mis votos, y haced que se cumplan en mí y por mí.

    

 

 

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.



miércoles, 15 de mayo de 2024

MES DE MARÍA, POR EL PADRE FRANCISCO PALAU - DÍA DECIMOQUINTO.

 



 



Dispuesto por el Bienaventurado Francisco de Jesús, María y José (en el siglo Francisco Palau y Quer) OCD, Misionero Apostólico, y publicado en Ibiza por la imprenta de Ramón Vidal en 1861. Licencia otorgada por D. Rafael Oliver y Rivas, Gobernador Eclesiástico y Vicario capitular de Ibiza, el 23 de Septiembre de 1861.

  

 

 

Por la señal  de la Santa Cruz, de nuestros  enemigos, líbranos Señor  Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

  

 

 

ACTO DE CONTRICIÓN

 

 

   Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador Padre, Redentor mío. Por ser Tú quién eres, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido. También me pesa que puedas castigarme con las penas del infierno. Ayudado de tu divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

  

 

 

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS

 

 

   Bellísima y habilísima Jardinera, aquí tenéis a vuestros pies un corazón convertido por sus culpas en bosque lleno de espinas y abrojos, donde tienen sus madrigueras y hacen sus crías las pasiones más feas y vergonzosas: a vuestras órdenes están millares de operarios pendientes de vuestros labios, que esperan les mandéis arrancar de él todo lo malo y todo lo vicioso, y sembrar y plantar lo santo, lo bueno y lo virtuoso. Yo os entrego, yo os doy el terreno de mi alma; mandad, Señora del mundo, mandad, Reina de los Ángeles, y será transformado en un paraíso de delicias para Vos y Vuestro Hijo; mandadlo, y vuestras órdenes serán fielmente ejecutadas. Yo os prometo que cooperaré a mi conversión con santos propósitos y firmes resoluciones; mas ¡ay! éstas serán estériles si Vos no las fecundáis. Yo soy una tierra árida, seca, consumida y abrasada por los ardores de mi concupiscencia; en vuestras manos están las llaves de aquella fuente cristalina y pura cerrada por mis culpas… abrid los favores y las gracias y los dones del cielo correrán a torrentes sobre mí. Yo soy un huerto sin muros abierto a todas las ilusiones del ángel malo, al mundo y a sus vanidades. Yo os constituyo su guardiana, protegedme y amparadme.

  

   Vos, oh amabilísima Hortelana, me pedís durante todo este mes flores y yerbas aromáticas, ramilletes, guirnaldas y coronas, ¡ay de mí! En mi alma no hay otra cosa que confusión, desorden, vergüenza, espinas y un bosque desarreglado. Señora, ordenadle, cultivadle, sembrad en él la semilla de todas las virtudes; plantad en él esas flores que buscáis, ponedlas en orden según sus especies. Aquí estoy, vuestra propiedad soy, no me opondré, no resistiré, sino que cooperaré a la obra santa que, en estos días, dedicados a vuestra gloria y al bien de mi alma, Vos os proponéis hacer; principiadla, perfeccionadla y acabadla. Yo os ofrezco estos ejercicios a honra vuestra y a la gloria de vuestro Hijo. Amén.

 

 



 

DÍA DECIMOQUINTO—15 de mayo

 

 

MEDITACIÓN

 

 

 

I. El Jacinto

El Jacinto, el junquillo, las varas de San José, todo esto forma una misma familia; pertenece a los lirios. Por la noche y las mañanas dan un olor muy fino y fuerte. Tiene cabeza y varita como la justicia.

 

II. La gratitud

Debemos a todos nuestros benefactores gratitud. Esta virtud es una buena disposición de ánimo que nos mueve a dar muestras de agrado y de reconocimiento a todos aquellos de quienes recibimos un favor. Debemos gratitud a Dios, a su santísima Madre, a nuestros padres, a nuestros maestros y a todos los demás que nos favorecen en lo espiritual y material.

 

III. La gratitud en María

En varias circunstancias dio María gracias a Dios en nombre nuestro de un modo muy especial y eficaz: sintió en sus entrañas purísimas a Dios Redentor, y vio en la encarnación el mundo redimido; cuando le vio nacido, y cuando al pie de la cruz vio acabada la obra de la redención; y en nombre propio por su inmaculada concepción y por su elección por Madre de Dios. Fue agradecida a sus padres, a sus maestros y sacerdotes en el templo, y a San José mientras vivió con él.

 

IV. La flor a María

¿Piensas en los beneficios que estás continuamente recibiendo de Dios? ¿Los conoces? ¿Los meditas? Te ha criado, te ha redimido, te ofrece su amor, su gracia y los dones del Espíritu Santo, te promete la gloria, te da la vida, la respiración y el movimiento y cuanto tienes de bueno. Por estos favores, ¿qué le dices? ¿Le bendices, le das gracias y te le presentas agradecido? Si con Dios eres ingrato, un ingrato merece se le retiren los favores. Mira bien cómo está en tu alma esta virtud, plántala, trasplántala, riégala, cultívala, y al cogerla y presentarla a María le dirás:

 

 


 

PRESENTACIÓN DE LA FLOR


ORACIÓN.

 

 

Reina de los cielos: Yo os ofrezco el jacinto: recibidla flor que me pedís. Yo propongo, yo me obligo, yo me resuelvo a ser agradecido a Dios y a Vos; a Dios, por los beneficios de la creación, de la redención y de la vocación y demás que recibo cada día; y a Vos, por haberos dignado tomarme por hijo vuestro. Aceptad estos mis propósitos, y haced que sean eficaces.

 

 

  

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

 

 


martes, 14 de mayo de 2024

MES DE MARÍA, POR EL PADRE FRANCISCO PALAU - DÍA DECIMOCUARTO.

 






 


Dispuesto por el Bienaventurado Francisco de Jesús, María y José (en el siglo Francisco Palau y Quer) OCD, Misionero Apostólico, y publicado en Ibiza por la imprenta de Ramón Vidal en 1861. Licencia otorgada por D. Rafael Oliver y Rivas, Gobernador Eclesiástico y Vicario capitular de Ibiza, el 23 de Septiembre de 1861.

  

 

 

Por la señal  de la Santa Cruz, de nuestros  enemigos, líbranos Señor  Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

  

 

 

ACTO DE CONTRICIÓN

 

 

   Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador Padre, Redentor mío. Por ser Tú quién eres, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido. También me pesa que puedas castigarme con las penas del infierno. Ayudado de tu divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

  

 

 

ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS

 

 

   Bellísima y habilísima Jardinera, aquí tenéis a vuestros pies un corazón convertido por sus culpas en bosque lleno de espinas y abrojos, donde tienen sus madrigueras y hacen sus crías las pasiones más feas y vergonzosas: a vuestras órdenes están millares de operarios pendientes de vuestros labios, que esperan les mandéis arrancar de él todo lo malo y todo lo vicioso, y sembrar y plantar lo santo, lo bueno y lo virtuoso. Yo os entrego, yo os doy el terreno de mi alma; mandad, Señora del mundo, mandad, Reina de los Ángeles, y será transformado en un paraíso de delicias para Vos y Vuestro Hijo; mandadlo, y vuestras órdenes serán fielmente ejecutadas. Yo os prometo que cooperaré a mi conversión con santos propósitos y firmes resoluciones; mas ¡ay! éstas serán estériles si Vos no las fecundáis. Yo soy una tierra árida, seca, consumida y abrasada por los ardores de mi concupiscencia; en vuestras manos están las llaves de aquella fuente cristalina y pura cerrada por mis culpas… abrid los favores y las gracias y los dones del cielo correrán a torrentes sobre mí. Yo soy un huerto sin muros abierto a todas las ilusiones del ángel malo, al mundo y a sus vanidades. Yo os constituyo su guardiana, protegedme y amparadme.

  

   Vos, oh amabilísima Hortelana, me pedís durante todo este mes flores y yerbas aromáticas, ramilletes, guirnaldas y coronas, ¡ay de mí! En mi alma no hay otra cosa que confusión, desorden, vergüenza, espinas y un bosque desarreglado. Señora, ordenadle, cultivadle, sembrad en él la semilla de todas las virtudes; plantad en él esas flores que buscáis, ponedlas en orden según sus especies. Aquí estoy, vuestra propiedad soy, no me opondré, no resistiré, sino que cooperaré a la obra santa que, en estos días, dedicados a vuestra gloria y al bien de mi alma, Vos os proponéis hacer; principiadla, perfeccionadla y acabadla. Yo os ofrezco estos ejercicios a honra vuestra y a la gloria de vuestro Hijo. Amén.

 

 




 

DÍA DECIMOCUARTO—14 de mayo

 

 

MEDITACIÓN

 

 

I. La mayorana. – Moradux

Tenemos para este día una yerba que va entre pies. Se planta por los senderos de los jardines, y aunque sea a la vista despreciable, pero su olor es muy fino y fuerte, y si la pisan y la aplastan, es precisamente entonces que da su gran fragancia. No tiene la belleza de la rosa, pero su reina la toma a su lado por camarera para formar con ella coro, corte y ramillete.

  

II. La obediencia

El que obedece está a los pies del que manda, recibe de él la presión, y cuanto más duro es el precepto, la mayorana despide y manifiesta más la fragancia de su fidelidad, de su humildad y de su sumisión. El que obedece, está como la mayorana a los pies y entre pies del que en nombre de Dios manda; y arrodillándose para recibir el precepto, la orden y la ley, manifiesta el respeto que tiene a la autoridad de quien lo recibe. La obediencia es un tributo de sumisión que damos a los respectivos superiores, y es una virtud mediante la que nos rendimos y sujetamos a todos nuestros superiores, a cada uno dentro del círculo de su respectiva jurisdicción.

  

III. La obediencia de María

María obedeció como hija fiel y leal a Santa Ana y a San Joaquín, a los sacerdotes y maestros en el templo, a José en su casa, a Jesús como Dios, como Pontífice de los pontífices y Rey de los reyes: obedeció a ciegas, humilde, dócil, afectuosa, de buena voluntad y de buen corazón, como si fuese la más baja de todas las criaturas. Obedeció al Ángel y a Dios en todo cuanto se le mandó, y obedeció a Dios que mandó como a Abrahán sacrificar a su Hijo amado, y porque obedeció, fue digna de ser exaltada.

  




IV. La mayorana en manos de María

Hagamos examen de nuestra obediencia. ¿Obedeces a Dios? ¿Oyes y sigues sus inspiraciones? ¿Obedeces a la Iglesia y a sus pastores? ¿Obedeces a tus confesores? ¿Obedeces a todos aquellos a quienes Dios ha puesto sobre ti para gobernarte? Si obedeces, ¿cómo?, ¿voluntariamente y de buen grado y con gozo, sea el precepto duro o ligero, sea fácil o penoso? ¿Te dejas pisar como la mayorana? Cuando un superior te reprende, ¿das perfumes de humildad, o bien te conviertes en un espinal erizado por tu soberbia? ¿Obedeces bien? Piénsalo, medítalo, y mira que, si no te sujetas, si no te rindes, si no obedeces, serás como rebelde lanzado con los ángeles soberbios al infierno. Resuélvete a obedecer y a obedecer bien; toma la mayorana, adorna con ella la rosa, y, presentando a María tu obediencia, dile:

 

 


 

PRESENTACIÓN DE LA MAYORANA A MARÍA


ORACIÓN

 

 

Señora: Pongo mi mayorana en vuestras manos. Yo me comprometo a obedecer humilde, dócil, con amor, voluntariamente, sin murmuración ni quejas, con prontitud y fidelidad a Dios y a cuantos representan su autoridad. Jardinera mía, a vuestra habilidad y a vuestra maternal solicitud fío mi mayorana: cuidadla bien.

 

 

 

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

 


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