sábado, 6 de mayo de 2017

NOVENA A NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE FÁTIMA. DÍA 3.




“No se aparte María de tu boca,
No se aparte de tu corazón; y para
Conseguir la ayuda de su intercesión,
No te desvíes de los ejemplos de su
Virtud. Si la sigues, no te extravías;
Si la ruegas, no desesperas; si en
Ella piensas, no te pierdas. Si Ella
Te tiene de su mano, no caes; Si Ella
Te protege, nada temas; si Ella te
Guía, no te fatigas; si Ella te
Ampara, llegas al puerto…”
(San Bernardo).





DÍA TERCERO (6 de mayo).




Por la señal… +
Acto de contrición…



ORACIÓN PREPARATORIA
(Para todos los días)


     Santa maría, Reina de los cielos, Madre de Nuestro Señor Jesucristo y de la Iglesia, mírame a tus pies humildemente postrado, contemplándote como arco iris de paz, de bondad y de misericordia. Acudo a suplicarte protección, porque sé que nadie se libra de males, ni consigue salvación, ni logra gracia alguna, a no ser por tu poderosa intercesión.

     Concédeme, oh Madre de piedad, aquellas interiores disposiciones que inculcaste a los tres niños pastorcitos por medio del Ángel de la Paz. Unido a ellos, quiero hacerte esta novena para obtener la solución favorable en los conflictos que me afligen (o para darte las más rendidas gracias por los beneficios alcanzados).

     Por eso quiero también con ellos y con el Ángel repetir fervorosamente:

     “Oh Dios mío, creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman”.
     “Santísima Trinidad, Padre e Hijo y Espíritu Santo, yo os ofrezco, con adoración profunda, el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los sagrarios de la tierra, en reparación de los ultrajes que se os infieren”.
     “Por los méritos infinitos de tu Sagrado Corazón y por la intercesión del Corazón Inmaculado de María, os pido la conversión de los pecadores”, y las gracias que solicito en esta novena. Así sea.




LA SANTÍSIMA VIRGEN PIDE LA DEVOCIÓN
AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Y AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA




CONSIDERACIÓN. El Ángel había dicho a los pastorcitos que “los Corazones de Jesús y María tenían sobre ellos  designios  de misericordia… que estaban atentos a la voz de sus suplica”.

     Del texto que sirve de Oración preparatoria se desprende que, mediante la práctica de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María, logramos obtener la conversión de los pecadores, puesto que es a los méritos infinitos del primero y a la poderosa intercesión del segundo que se atribuye la conquista espiritual. Luego, cuanto la Iglesia Católica aprobó referente a esas devociones, es verdad, es cierto. La enseñanza del Ángel de Fátima a los niños, lo confirma.

     ¿Conoces y vives la devoción al Sagrado Corazón copiando el sentido de vida de amor, de adoración y de reparación que de ella se desprende? Dile sinceramente:

“¡Oh Corazón sacratísimo!, te entrego y consagro todo mi ser, mi corazón, mi memoria, mi entendimiento y mi voluntad, para que todo lo que yo haga y sufra sea por tu amor y redunde en honra tuya; para que te ame sobre todo lo que vea y oiga; para que todas mis palabras sean otros tantos actos de adoración, de amor y alabanza hacia tu divina Majestad, todos los movimientos de mis labios otros tantos actos de arrepentimiento por los pecados que he cometido y el bien que he omitido. ¡Oh amado Corazón!, pueda yo atraerte a mí en todas mis respiraciones y ofrecerte al Eterno Padre cada vez que vuelva a exhalarlas, en reconocimiento por todos sus beneficios.”

     Su Corazón es todo ternura y caridad y diríase que no hallase placer más grande que perdonar a los pobres pecadores y reconciliarlos  con su Eterno Padre. Perdona a Zaqueo, a quien brinda el honor de visitarlo en su propia casa; perdona a Magdalena, pública pecadora, que durante un banquete, va a echársele a los pies, regándolos con un torrente de lágrimas; perdona a la Samaritana, descubriéndole sus faltas; perdona a Pedro, que cobardemente le ha negado dirigiéndole una mirada de compasión; perdona desde lo alto de la cruz a sus propios verdugos, disculpándolos delante de su Eterno Padre como irresponsables del crimen que estaban perpetuando; perdona al buen ladrón y le hace aquella consoladora promesa: “Hoy mismo estarás conmigo en el paraíso”.






     La Santísima Virgen se presentó en Fátima con su Corazón rodeado de espinas. ¿Procuras desagraviarle por las injurias que se le infieren? Tienes que vivir la consagración al Inmaculado Corazón de María para llegar a vivir la del Sagrado Corazón de Jesús. Expresa así tus sentimientos de reparación:

“Oh Inmaculado Corazón  de María, traspasado de dolor por las injurias conque los pecadores te ultrajan, postrado en tu presencia, arrepentido y lloroso, deseo y quiero reparar cuantos agravios te infieren los hombres. Prometo serte fiel, propagar tu culto y tus glorias. Haz que crezca más y más en tu santo amor, hasta contemplarte radiante de gloria en el cielo”.




     De la Virgen de Fátima son estas palabras: “Para salvar a los pecadores, quiere el Señor establecer en el mundo la devoción  a mi Corazón Inmaculado, y la Comunión reparadora de los primeros sábados de mes.” Su Inmaculado Corazón será el refugio y el camino seguro que conducirá a Dios.

     ¿Tratas de complacer los anhelos de la Madre de Dios? No te desanimes. No te abandonará nunca.


MEDITA. — Pide la gracia de comprender y practicar esas devociones.






EJEMPLO




   En Itagi, Estado de Bahía (Brasil). — Cuando Nuestra Señora Peregrina llegó allá, después de una tarde de lluvia torrencial, encontramos a todo el pueblo arrodillado sobre el lodo, con los brazos en cruz y cantando la Salve.

     Después de la procesión hacia la iglesia, siguióse una Hora Santa, Misa a medianoche y una vigilia antes de la partida de Nuestra Señora, por la mañana. A la salida el Vicario preguntó si alguien deseaba ofrecer alguna  cosa a su Madre del cielo. Y entonces un grupo de 25 casados avanzó en fila hacia el altar de la Imagen Peregrina y, entre lágrimas, todos depositaron a sus pies las alianzas que traían en los dedos.

     ¡Cuán consolador es ver a estos pobrecitos dar  a la Madre de Dios todo cuanto tienen!





ORACIÓN FINAL



     Oh dulcísima Reina del mundo, Madre de Dios y nuestra, que, al aparecerte con rostro dolorido a los tres niños pastorcitos, nos has pedido la fiel observancia de los mandamientos divinos, el rezo cotidiano del Rosario, la reparación y la consagración a tu Inmaculado Corazón, a fin de conseguir la ansiada paz mundial; impulsado por el filial anhelo de complacerte, acudo a prometerte la real correspondencia a tus deseos y a implorar que protejas al Papa, a los obispos, a los sacerdotes, a los religiosos y demás fieles cristianos. Orienta, bondadosa Reina de la paz, a los gobernantes; convierte a los pecadores y paganos; consuela a los afligidos y perseguidos. Cura, oh Virgen de las fuentes milagrosas, a los enfermos; asiste a los agonizantes y alivia a las almas del Purgatorio. Te ruego, en fin, oh Blanca y Peregrina Señora del Rosario, por todas mis necesidades… (Pida cada uno la gracia que desea alcanzar).

     Yo, confiado en tu omnipotencia suplicante, me abandono en tus amorosos brazos. Recíbeme, como hijo, en tu maternal regazo. Y no me desampares en la vida ni en la muerte.
     Así sea. 



     NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA, REINA DE LA PAZ,
         RUEGA POR NOSOTROS.


     NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA, REINA DEL ROSARIO,
        RUEGA POR NOSOTROS.


  NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA, SALUD DE LOS ENFERMOS,
     RUEGA POR NOSOTROS.


NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA, CONSUELO DE LOS DESAMPARADOS, RUEGA POR NOSOTROS.



¡OH DULCE CORAZÓN DE MARÍA, SED LA SALVACIÓN DEL ALMA MÍA!




     


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