BAJO
TU AMPARO
Bajo
tu amparo nos acogemos,
por tu Rosario, Madre de Dios;
arma
divina que Vos nos disteis,
cual
prenda cierta de salvación.
Es, Madre, tu Rosario
arma de nuestra fe;
dad que triunfemos con él clamando
por Vos a Cristo contra Luzbel;
dad que grabemos en nuestra vida
de sus Misterios la imagen fiel.
MENSAJE
DE FÁTIMA
“Yo la Señora soy del Rosario:
su rezo pido y meditación;
que os enmendéis de vuestros pecados,
y os consagréis a mi Corazón”.
Estribillo: Madre,
por tu Rosario
dadnos
volver a Dios;
arrepentidos
cambiar de vida,
con
penitencia y reparación;
que
sea siempre nuestro refugio
vuestro
Purísimo Corazón.
MISTERIOS GOZOSOS
(lunes
y jueves)
Segundo misterio gozoso:
La Visitación de María Santísima
A su prima Santa Isabel
De toda gracia, Canal divino,
a Juan llenasteis y a Isabel:
por Vos seamos cálices llenos,
que desbordemos haciendo el bien.
Estribillo:
Madre, por
tu Rosario
dadnos volver a Dios;
arrepentidos cambiar de vida,
con penitencia y reparación;
que sea siempre nuestro refugio
vuestro Purísimo Corazón.
MEDITACIÓN.
—
Ambas primas
habían concebido de una manera milagrosa. El Verbo se encarnó por obra del Espíritu
Santo. Juan, el precursor, de la manera ordinaria conque todos los
demás hombres fueron y son concebidos, pero en circunstancias prodigiosas, ya
que, su señora madre Isabel había pasado la época de la maternidad, Juan fue
concebido en pecado original, pero
santificado antes de nacer por la visita de Jesús. Fue ello cuando el encuentro
y afectuoso saludo de las primas. La esposa de Zacarías quedo inundada por el Espíritu
Santo; salto de alborozo el hijo que llevaba en sus entrañas al dar la
bienvenida al Hijo de Dios, del que la Virgen Santísima, como viviente copón,
era portadora. Juan fue, pues, el primer cristiano y, como tal, el
modelo y ejemplar. Isabel proclama a su prima como Madre de Dios, bendita
entre todas las mujeres y bienaventurada. La reconoce portadora del Hijo de Dios en
su seno virginal. Le contesta la Santísima Virgen atribuyendo el portento
a Dios, que aparta de Sí a los soberbios y ensalza a los humildes.
El Corazón de María ha iniciado con esta
visita su misterio de reconciliadora de los pecadores con Dios. Aprendamos el
Espíritu de servicialidad y a irradiar la caridad. “Bienaventurada tú, le dice su
prima Isabel, porque has creído”.
Estimemos por encima de todo el don de la
fe. Vivamos de acuerdo con ella.
Se
reza un Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria Patri.
Jaculatoria
“Oh Jesús mío, perdónanos
nuestras culpas, presérvanos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas
las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia”.
“DEVOCIONARIO—MISAL”
Padre CELSO MEJIDO DIAZ
Misionero del Sagrado Corazón
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