MES DEDICADO AL “INMACULADO
CORAZÓN DE MARÍA”.
HOY: SANTA CLARA DE
ASÍS, VIRGEN.
Fué natural de la ciudad de Asís, en Italia, de padres ricos y cristianos. Desde
niña fué muy amiga de la oración, y caritativa con los pobres. Deseando servir a
Dios con perfección, se apartó del mundo, tomando el hábito de San Francisco,
en cuyas manos profesó su regla en la iglesia de Santa María de la Porciúncula.
Ayunaba casi todo el año a pan y agua, y traía ásperos cilicios. Habiendo los
moros escalado su convento, salió a la puerta y los ahuyentó con el Santísimo
Sacramento. Fué Santa Clara verdadera luz y madre de pobres religiosas y muy
querida esposa del Señor, cuya Madre Santísima la visitó a la hora de la
muerte, y, regalada con este favor, dio su bendita alma a su celestial Esposo
el día 11 de Agosto, año de 1253, a los sesenta años de su edad. Alejandro IV
la canonizó dos años después de su muerte.
—Y en otras partes se hace la fiesta y la conmemoración
de otros muchos santos Mártires, Confesores y santas Vírgenes.
ORACIÓN:
Se
regocijará mi corazón en tu Salvador: cantaré al Señor porque me ha colmado de
beneficios y entonaré salmos al nombre del Altísimo. Recordarán tu nombre de
generación en generación: por lo cual los pueblos te alabarán eternamente.
Rezaremos pidiendo, este mes de agosto, en reparación a
las cinco especies de ofensas que se profieren a nuestra Madre Santísima y que
son:
1—Blasfemias
contra la Inmaculada Concepción.
2—Blasfemias
contra su virginidad.
3—Blasfemias
contra su maternidad divina, rechazando al mismo tiempo reconocerla como Madre
de los hombres.
4—Blasfemias
de aquellos que buscan públicamente sembrar en los corazones de los niños la
indiferencia o el menosprecio, o hasta el odio hacia esta Madre Inmaculada.
5—Las
ofensas de aquellos que la ultrajan directamente en sus santas imágenes.
ORACIÓN:
OMNIPOTENTE y sempiterno Dios, que
preparaste en el Corazón de la Santísima Virgen María una morada digna del
Espíritu Santo: concédenos propicio que, celebrando devotamente la fiesta de su
Inmaculado Corazón, podamos vivir según tu Corazón. Por Nuestro Señor Jesucristo
en unidad con el mismo Espíritu Santo. Amén.
Las intenciones y pedidos de este mes de agosto del rezo
del Santo Rosario de este grupo a nuestra Madre Santísima, serán:
—Por la curación de nuestro
cuerpo, pero en forma especial por la de nuestras almas.
—Por las vocaciones Sacerdotales
y religiosas.
—Por los buenos sacerdotes.
—Por el cumpleaños de mi esposo
que mi Madre Santísima y su Hijo, le concedan muchos más.
—Por la salud de mi suegra y mis
hermanas.
—Por la mía y la de mi esposo.
—Por la salud de mis hermanas: Irma, Yolanda y
Karina, también de mis cuñados: Arnaldo, Deme, Oscar y Marcos.
—Por mis sobrinos/as en general y
por sus familias.
—Gracias infinitas a María
Santísima, por favores recibidos en mi familia.
—Por muchas familias católicas.
—Por las Benditas Almas del
Purgatorio, en especial por las de mis padres, mis abuelitos, mis tíos, mi
sobrinita Romina, mi nieta María Agustina y por la más necesitada de ese lugar.
—Por los católicos perseguidos en
el mundo por defender nuestra FE.
—Por nuestra Argentina y sus
gobernantes.
—Rezamos por la persona de su
Santidad Francisco I.
—Por los que nos piden en sus
intenciones, ya nuestra Madre Santísima que conoce el corazón de cada uno de
nosotros lo sabe y seguramente lo va a tener en cuenta.
—Hacemos nuestras intenciones
personales a María …
Te suplicamos, Señor, que, aplacado, nos concedas tu
auxilio, y por la intercesión de tus Santos, extiendas sobre nosotros tu
diestra propicia.
—REZAMOS HOY LOS …
MISTERIOS GOZOSOS
1—La Anunciación y la Encarnación del
Verbo Divino. —FRUTO: La Virtud de la
humildad.
2—La Visitación de María Santísima a su
prima Santa Isabel. —FRUTO: La caridad
fraterna.
3—El Nacimiento del Niño Jesús en el
portal de Belén. —FRUTO: El espíritu de
pobreza.
4—La Presentación del Niño Jesús en el
Templo y la Purificación de Nuestra Señora. —FRUTO: La obediencia y la pureza.
5—El Niño Jesús perdido y hallado en el
Templo. —FRUTO: Buscar siempre la voluntad
de Dios.
ORACIÓN FINAL:
Al
ofrecer, Señor, a tu divina majestad el Cordero inmaculado, te pedimos que
inflame nuestro corazón aquel divino amor que abrasó de un modo inefable el
Corazón de la Santísima Virgen María. Por Nuestro Señor.
Amén.
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