Dispuesto por el Bienaventurado
Francisco de Jesús, María y José (en el siglo Francisco Palau y Quer) OCD,
Misionero Apostólico, y publicado en Ibiza por la imprenta de Ramón Vidal en
1861. Licencia otorgada por D. Rafael Oliver y Rivas, Gobernador Eclesiástico y
Vicario capitular de Ibiza, el 23 de Septiembre de 1861.
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre,
y del Hijo ✠,
y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero,
Creador Padre, Redentor mío. Por
ser Tú quién eres, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me
pesa de todo corazón haberte ofendido. También me pesa que puedas castigarme
con las penas del infierno. Ayudado de tu divina gracia propongo firmemente
nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS
DÍAS
Bellísima
y habilísima Jardinera, aquí
tenéis a vuestros pies un corazón convertido por sus culpas en bosque lleno de
espinas y abrojos, donde tienen sus madrigueras y hacen sus crías las pasiones
más feas y vergonzosas: a vuestras órdenes están millares de operarios
pendientes de vuestros labios, que esperan les mandéis arrancar de él todo lo
malo y todo lo vicioso, y sembrar y plantar lo santo, lo bueno y lo virtuoso.
Yo os entrego, yo os doy el terreno de mi alma; mandad, Señora del mundo,
mandad, Reina de los Ángeles, y será transformado en un paraíso de delicias
para Vos y Vuestro Hijo; mandadlo, y vuestras órdenes serán fielmente
ejecutadas. Yo os prometo que cooperaré a mi conversión con santos propósitos y
firmes resoluciones; mas ¡ay! éstas
serán estériles si Vos no las fecundáis. Yo soy una tierra árida, seca,
consumida y abrasada por los ardores de mi concupiscencia; en vuestras manos
están las llaves de aquella fuente cristalina y pura cerrada por mis culpas…
abrid los favores y las gracias y los dones del cielo correrán a torrentes
sobre mí. Yo soy un huerto sin muros abierto a todas las ilusiones del ángel
malo, al mundo y a sus vanidades. Yo os constituyo su guardiana, protegedme y
amparadme.
Vos,
oh amabilísima Hortelana, me
pedís durante todo este mes flores y yerbas aromáticas, ramilletes, guirnaldas
y coronas, ¡ay
de mí! En mi alma no hay otra
cosa que confusión, desorden, vergüenza, espinas y un bosque desarreglado.
Señora, ordenadle, cultivadle, sembrad en él la semilla de todas las virtudes;
plantad en él esas flores que buscáis, ponedlas en orden según sus especies.
Aquí estoy, vuestra propiedad soy, no me opondré, no resistiré, sino que
cooperaré a la obra santa que, en estos días, dedicados a vuestra gloria y al
bien de mi alma, Vos os proponéis hacer; principiadla, perfeccionadla y
acabadla. Yo os ofrezco estos ejercicios a honra vuestra y a la gloria de
vuestro Hijo. Amén.
DÍA DECIMOTERCERO—13 de mayo
MEDITACIÓN
I. El
jazmín
El
jazmín sirve en nuestros jardines para vestir arcos, gaviones y casillas de
campaña. Es en el verano una garantía para los ardores del sol. No sabe tenerse
en pie y necesita quien le tienda su mano y le dirija, y si no, cae en tierra y
se enreda entre las demás flores. Su flor pequeñita
es de una fragancia muy fuerte y envía muy lejos sus perfumes.
II. La
piedad
Por
esta virtud damos a nuestros padres el amor, el honor y el respeto que les es
debido. Demos a nuestros padres gratitud, socorros y auxilios, amor y honor: es un tributo que se les debe de justicia. Un hijo fiel
es para sus padres un hermoso y fresco jazmín, que les hace sombra en su vejez
con la espesura de sus brazos y hojas; viste en el verano su tienda de campo, y
mientras reposan allí de las penalidades y trabajos de su larga carrera, les
conforta la exquisita fragancia que exhala de entre sus ramilletes de flores.
III. La
piedad en María
¡Con qué
ternura, fidelidad y exactitud volvería María, cuando niña, a Ana y a Joaquín
sus padres, a los sacerdotes y superiores en el templo; a José, cuando casada,
amor por amor, respeto por respeto, honor por honor, favor por favor, servicio
por servicio! ¡Con qué fidelidad les pagaría un tributo que sabía les debía de
justicia!
IV. El
jazmín a María
Debes
amor, gratitud, honor no sólo a Dios, sino a tus padres, a tus maestros y a
todos tus superiores. ¿Has pagado este tributo?… ¿Lo pagas ahora? Examínalo bien, porque si dejas deudas, no entrarás en el
cielo hasta que las hayas pagado todas. Ve cómo está el jazmín en tu corazón: ¿está en flor? Estamos en mayo…
Recoge sus flores, y porque pertenece a la justicia, únalas al lirio y a la
rosa, y al ofrecer a María tu ramillete le dirás:
PRESENTACIÓN DE LA FLOR A
MARÍA
ORACIÓN
Señora mía: Ahí va el jazmín de
mi piedad, de mi amor, de gratitud para con mis padres. Yo me obligo hoy a
amarles, a respetarles, a servirles, a auxiliarles en sus necesidades
espirituales y materiales. Recibid, mi amada Jardinera, estas flores cogidas de
mi jazmín, que pongo desde ahora bajo vuestra dirección y encargo.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
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