La
Santísima Virgen reveló a Sor Lucía del Inmaculado Corazón de María lo
siguiente:
“Yo prometo asistir en
la hora de la muerte, con las gracias necesarias para la salvación, a todos los
que el primer sábado de cinco meses
seguidos se confesaren, recibieren la sagrada Comunión, rezaren la tercera
parte del Rosario, y me hicieren compañía durante quince minutos meditando en
los misterios del Rosario, con el fin de desagraviarme”.
BAJO
TU AMPARO
Bajo
tu amparo nos acogemos,
por
tu Rosario, Madre de Dios;
arma
divina que Vos nos disteis,
cual
prenda cierta de salvación.
Es, Madre, tu Rosario
arma de nuestra fe;
dad que triunfemos con él clamando
por Vos a Cristo contra Luzbel;
dad que grabemos en nuestra vida
de sus Misterios la imagen fiel.
MENSAJE
DE FÁTIMA
“Yo la Señora soy del Rosario:
su rezo pido y meditación;
que os enmendéis de vuestros pecados,
y os consagréis a mi Corazón”.
Estribillo: Madre,
por tu Rosario
dadnos
volver a Dios;
arrepentidos
cambiar de vida,
con
penitencia y reparación;
que
sea siempre nuestro refugio
vuestro
Purísimo Corazón.
MISTERIOS GOZOSOS
(lunes
y jueves)
La
Anunciación del Ángel
y
la Encarnación del Hijo de Dios
Dios se hace Hombre, Siervo y Esclavo,
Y se anonada en su encarnación:
¡Oh Cristo!, hacednos mansos y humildes,
Por vuestro abismo de humillación
Estribillo, Madre por tu Rosario…
MEDITACIÓN.
— La
humanidad, impotente para el bien, clamaba a Dios suspirando: “Nubes, lloved
el Justo: tierra, ábrete, y que brote de ti el Salvador”. El Eterno
cumple, benigno, la promesa del paraíso terrenal enviándole el ansiado Redentor.
La única Mujer Inmaculada fue la escogida
para ser la Madre de Dios. El Ángel se postra ante Ella. Es la primera vez que la
naturaleza humana se ve tan honrada. La siempre limpia Virgen María, iluminada
interiormente, comprendió el gran misterio de la Encarnación, y se sintió pequeñísima
ante el acatamiento divino: ¡La esclava del Señor!
Creyó en la palabra de Dios, que el Arcángel San Gabriel le transmitiera.
La naturaleza humana, fecundada por el Espíritu Santo, albergará al Hijo de
Dios, que borrará el pecado y vencerá al demonio. Se inician nuevos tiempos: la
reconciliación entre el Creador y la criatura.
Con el Ángel felicitemos a la Santísima
Virgen por estar llena de gracia y ser la portadora del Autor de la gracia.
Aprendamos de Ella a cooperar a las inspiraciones sobrenaturales; pidámosle el
amor de la pureza, y unámonos al gozo que experimentó su Corazón ante la
inmediata venida del Mesías.
Se reza
un Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria Patri. Luego la siguiente…
Jaculatoria
“Oh Jesús mío, perdónanos
nuestras culpas, presérvanos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas
las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia”.
“DEVOCIONARIO—MISAL”
Padre
CELSO MEJIDO
DIAZ
Misionero
del Sagrado Corazón
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