miércoles, 4 de diciembre de 2019

NOVENA A MARÍA SANTÍSIMA DE GUADALUPE.






COMENZAMOS: 4 de diciembre.



FINALIZAMOS: 12 de diciembre (fecha de su aparición).





Pax Christi et Mariæ.



   Amado Hijo de María, no ignoraras el motivo de dar a las prendas el corto obsequio de esta Novena, que ofrezco a tu devoción, y consagro a María Santísima, (o, y sea agradable a su Majestad) pues sabes la obligación que tenemos a venerarla, y tributar adoraciones, a la que vino a buscarnos con tan fino amor, en su imagen de Guadalupe, en que tenemos debajo de tan sagrada advocación el colmo de nuestras felicidades, apareciéndose para favorecernos; buscándonos como la Esposa: y así te presento estas tibias oraciones, con que pague todos los años el feudo tan debido a tan Sagrada Reina con lo ardiente de tu devoción ; suplirás lo helado de mi espíritu, perdona los yerros que hallares: y por lo bueno que hubiere da gracias a Dios, que es de quien todo viene, a quien sea honra, y gloria para siempre. Amén. Jesús.





MODO DE HACER LA NOVENA.



   EL día cuarto de diciembre se comienza la dicha Novena (puede hacerse en cualquier tiempo) en esta comulgaras el dia de la Aparición, y otros dos días, con consejo del Padre espiritual, en honra de la Encarnación del Verbo, Concepción de Nuestra Señora, y su Asunción gloriosa.

   Oye Misa, y reza el Rosario (o, y sea todo el año con tu familia) y sea esta la señal de esclavo de mi Señora, que vale mucho en comunidad la Oración, que, si lo haces, yo te prometo, que crecerás en virtud, y tendrán alivio en tus necesidades.

   Perdona a tus enemigos por Dios, y no les quites el habla, que, sino perdonas, no alcanzarás perdón de tus pecados: mira, que esto nos lo enseña la Fe, acuérdate de la Doctrina Cristiana.


   Visita Iglesias, enfermos, y encarcelados, consuélalos, anímalos a la devoción de mi Señora, y si pudieres con oraciones, o limosnas, o con tu diligencia sacar a alguno de pecado, harás una obra muy del agrado de María Santísima, y haz bien por las Almas del Purgatorio.


   Sé humilde, casto, callado, y obediente, especialmente a tu Confesor: frecuenta los Sacramentos, abrázate con las virtudes, mortificando tu carne, sentidos, y pasiones. Ama a Dios, y a María Señora Nuestra procurando hacer algo más cada dia en señal de que les amas, señalando alguna cosa especial, para que cada dia crezcas en su amor, quienes te asfixian, y a quien tu ames hasta la muerte, Dios sea bendito. Amén Jesús.


   Hincando ambas rodillas, delante de una Imagen de mi Señora, habiéndote persignado, haz el Acto de Contrición siguiente.




ACTO DE CONTRICIÓN.



   Dios te salve María Santísima de Guadalupe, amantísima Madre de pecadores, a mí me pesa Señora de haber ofendido a tu Hijo mi Dios por ser quien es, y ser Hijo tuyo porque le amo sobre todo amor, y por ser ofensas contra ti (a quien después de su Majestad debo amar) espero Madre mía por tu intercesión alcanzar perdón de mis pecados, y gracia para nunca más pecar; prometo Señora la enmienda de mi Vida y cumplir hasta la muerte este propósito: y así no me desampares, ruega a Jesús, tenga misericordia de mí. Peque Señora mía, alcánzame misericordia de tu Hijo Jesús.





DIOS TE SALVE MARÍA…



   Mar de misericordia, Aurora, y Precursora de la gracia, Pronostico de la salud del mundo Cristo Jesús, Reina de los Ángeles, y hombres, Iris, que conviertes los rigores de un Dios airado, endulces misericordias, alegría de Cielos y tierra, felicidad de este Reino Indiano: por tu nombre, y sagrada Aparición de Guadalupe, te pedimos estampes en nuestras almas con el pincel de tu gracia, la Imagen de tu hermosísimo rostro dándonos la joya apreciable dé la caridad perfecta para con Dios, y nuestros prójimos; una muerte de puro amor de Dios, y dolor de nuestros pecados: en ella tu asistencia para alcanzar perdón; y en Vida amor a nuestros enemigos, resolución de no pecar más, inclinación a las virtudes, y aprecio a la frecuencia de Sacramentó, Vivir en gracia, y gozar de la alegría perfecta, que es gozar de Dios en tu compañía amándole en su gloria. Amén.  










PRIMER DÍA (4 de diciembre)



   Dios te salve María de la Trinidad Beatísima, Paraíso de tus delicias. Dios te salve gloria, y Reina de los Ángeles, yo te alabo con estos hermosísimos Espíritus y por sus méritos te ruego, que con su custodia hagas, que no nos apartemos de sus consejos, y que nuestra gloria sea observarlos cumpliendo los mandamientos de Dios, para ser fieles siervos, y entrar en el gozo de la gloria. Amén. 




—Acá dirás siete veces: Sea Alabado el Nombre de Jesús, y María Santísima.




—Reza cinco Ave María al Nombre, y Aparición de mi Señora.





OFRECIMIENTO.



   Dios te Salve María, Fuente cristalina de donde dimanan copiosos raudales de misericordia, Cielo que resplandeces, y luces como Sol, Luna, y Estrella: abrasa como Sol mi espíritu para amarte; destierra como Luna las tinieblas de los pecados, que hay en mi alma, que para dar pasos a la virtud me aprisionan: influye como Estrella en mí, y en todos, dulces influencias de santidad, y gracias, para ser cual otro Querubín, dorado trono a tu grandeza, en quien las hermosas huellas de tus sagradas plantas se estampen, siendo estas honrosos laureles a mis sienes, y marca gloriosa a mi corazón con que te confiese por ama, y Señora, publicando, que soy tu esclavo y como tal pueda ofrecer (como ofrezco) ante tu soberanía postrado, esta Novena por el tributo que como esclavo tuyo te debo, pidiéndote por el Romano Pontífice, por nuestro Ilustrísimo Pastor y por  nuestros Católicos Rey, y Príncipes Cristianos les des paz, y victoria contra los Herejes, por la exaltación de nuestra Santa Fe, conclusión de los Turcos, conversión de los pecadores a penitencia, y libertad de los cautivos, por la conversión de las Sacratísimas Religiones, justos, y Congregaciones espirituales, por los Predicadores, Confesores, Jueces Eclesiásticos, y Seculares, Padres de familias, y todos los que tienen almas que gobernar, les des acierto para que obren en justicia por los que hacemos esta Novena y los que están en pecado mortal, por los bienhechores de tus Santuarios, toda esta Ciudad, por las Almas Santas de Purgatorio, por quienes aplicamos estas pobres Oraciones, unidas con tus méritos, y con la preciosa Sangre de Jesús; para que sean libres de sus penas, alcanzando eterno descanso; y nosotros todos, y el mundo todo alcancemos tus bendiciones, y después de esta vida besemos a tu original los pies en la gloria. Amén. Jesús, María, y José.




—Pintaras en tu alma estos días la Imagen de María Santísima haciendo algunas obras virtuosas, y hoy en lugar de las rosas da algunas limosnas, aunque sean pedazos de pan, o espirituales, como es rezar por las Animas, o por los Cautivos.  

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