COMENZAMOS: 4 de diciembre.
FINALIZAMOS: 12 de diciembre (fecha de su aparición).
TERCER
DÍA (6 de diciembre)
Pax Christi et Mariæ.
Hincando ambas rodillas,
delante de una Imagen de mi Señora, habiéndote persignado, haz el Acto de
Contrición siguiente.
ACTO DE CONTRICIÓN.
Dios te salve
María Santísima de Guadalupe, amantísima
Madre de pecadores, a mí me pesa Señora de haber ofendido a tu Hijo mi Dios por
ser quien es, y ser Hijo tuyo porque le amo sobre todo amor, y por ser ofensas
contra ti (a quien después de su Majestad debo amar) espero Madre mía por tu
intercesión alcanzar perdón de mis pecados, y gracia para nunca más pecar;
prometo Señora la enmienda de mi Vida y cumplir hasta la muerte este propósito:
y así no me desampares, ruega a Jesús, tenga misericordia de mí. Peque Señora
mía, alcánzame misericordia de tu Hijo Jesús.
DIOS TE SALVE MARÍA…
Mar de misericordia, Aurora, y Precursora de la gracia, Pronostico de la
salud del mundo Cristo Jesús, Reina de los Ángeles, y hombres, Iris, que
conviertes los rigores de un Dios airado, endulces misericordias, alegría de
Cielos y tierra, felicidad de este Reino Indiano: por tu nombre, y sagrada
Aparición de Guadalupe, te pedimos estampes en nuestras almas con el pincel de
tu gracia, la Imagen de tu hermosísimo rostro dándonos la joya apreciable dé la
caridad perfecta para con Dios, y nuestros prójimos; una muerte de puro amor de
Dios, y dolor de nuestros pecados: en ella tu asistencia para alcanzar perdón;
y en Vida amor a nuestros enemigos, resolución de no pecar más, inclinación a
las virtudes, y aprecio a la frecuencia de Sacramentó, Vivir en gracia, y gozar
de la alegría perfecta, que es gozar de Dios en tu compañía amándole en su
gloria. Amén.
ORACIÓN DEL TERCER DÍA…
Dios te Salve María, Antorcha lucidísima que alumbras a los
Bienaventurados. Dios te salve Madre de Dios Hijo, Princesa de los Principados:
yo te alabo con estos celosísimos Espíritus, y por sus méritos te ruego, pues
son superiores a los Ángeles, y Arcángeles en cosas pertenecientes a la salvación
de los hombres, hagas que nos asistan; para hacer obras que nos guíen a eterna
vida: y acercando el camino con tu gracia lleguemos al Puerto de la gloria. Amén Jesús.
—Hoy en lugar de la túnica, y cinto, desnúdate de las
pasiones, que tienes con algunos, y que naturalmente te repugnan: háblales con
afabilidad y humildad, aunque te mortifiques.


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