MES DEDICADO AL “INMACULADO
CORAZÓN DE MARÍA”.
HOY: SAN JOSÉ CALASANZ,
FUNDADOR DE LAS ESCUELAS PÍAS.
Nació
en Peralta de la Sal, villa de Aragón, el 11 de Septiembre de 1556. Estudió
Filosofía, Derecho canónico y Sagrada Teología, recibiendo las sagradas órdenes
del subdiaconado en Huesca, del diaconado en Fraga, y el presbiterado el día 17
de Diciembre de 1583; nombrándole el obispo de Urgel D. Andrés Capilla vicario
y visitador de Tremp y su territorio. Después pasó a Roma, donde fundó el
caritativo instituto de las Escuelas Pías. En tan heroica empresa sufrió tales
trabajos y persecuciones, que la Iglesia, en el Oficio de su fiesta, le compara
al Santo Job. Desde niño fué devotísimo de la Madre de Dios, obsequiándola
diariamente con el Oficio parvo, el Rosario y otras devotas prácticas, y
poniendo sus escuelas bajo su poderosa protección. Falleció el 25 de Agosto de
1648, a los noventa y dos años de su edad. Pío IX elevó al rito de segunda
clase el Oficio de este gran Santo el día 21 de Julio de 1870.
—Y en otras partes se hace la fiesta y la conmemoración
de otros muchos santos Mártires, Confesores y santas Vírgenes.
ORACIÓN:
Se
regocijará mi corazón en tu Salvador: cantaré al Señor porque me ha colmado de
beneficios y entonaré salmos al nombre del Altísimo. Recordarán tu nombre de
generación en generación: por lo cual los pueblos te alabarán eternamente.
Rezaremos pidiendo, este mes de agosto, en reparación a
las cinco especies de ofensas que se profieren a nuestra Madre Santísima y que
son:
1—Blasfemias
contra la Inmaculada Concepción.
2—Blasfemias
contra su virginidad.
3—Blasfemias
contra su maternidad divina, rechazando al mismo tiempo reconocerla como Madre
de los hombres.
4—Blasfemias
de aquellos que buscan públicamente sembrar en los corazones de los niños la
indiferencia o el menosprecio, o hasta el odio hacia esta Madre Inmaculada.
5—Las
ofensas de aquellos que la ultrajan directamente en sus santas imágenes.
ORACIÓN:
OMNIPOTENTE y sempiterno Dios, que
preparaste en el Corazón de la Santísima Virgen María una morada digna del
Espíritu Santo: concédenos propicio que, celebrando devotamente la fiesta de su
Inmaculado Corazón, podamos vivir según tu Corazón. Por Nuestro Señor Jesucristo
en unidad con el mismo Espíritu Santo. Amén.
Las intenciones y pedidos de este mes de agosto del rezo
del Santo Rosario de este grupo a nuestra Madre Santísima, serán:
—Por la curación de nuestro
cuerpo, pero en forma especial por la de nuestras almas.
—Por las vocaciones Sacerdotales
y religiosas.
—Por los buenos sacerdotes.
—Por el cumpleaños de mi esposo
que mi Madre Santísima y su Hijo, le concedan muchos más.
—Por la salud de mi suegra y mis
hermanas.
—Por la mía y la de mi esposo.
—Por la salud de mis hermanas: Irma, Yolanda y
Karina, también de mis cuñados: Arnaldo, Deme, Oscar y Marcos.
—Por mis sobrinos/as en general y
por sus familias.
—Gracias infinitas a María
Santísima, por favores recibidos en mi familia.
—Por muchas familias católicas.
—Por las Benditas Almas del
Purgatorio, en especial por las de mis padres, mis abuelitos, mis tíos, mi
sobrinita Romina, mi nieta María Agustina y por la más necesitada de ese lugar.
—Por los católicos perseguidos en
el mundo por defender nuestra FE.
—Por nuestra Argentina y sus
gobernantes.
—Rezamos por la persona de su
Santidad Francisco I.
—Por los que nos piden en sus
intenciones, ya nuestra Madre Santísima que conoce el corazón de cada uno de
nosotros lo sabe y seguramente lo va a tener en cuenta.
—Hacemos nuestras intenciones
personales a María …
Te suplicamos, Señor, que, aplacado, nos concedas tu
auxilio, y por la intercesión de tus Santos, extiendas sobre nosotros tu
diestra propicia.
—REZAMOS HOY LOS …
1—La Agonía de Nuestro Señor en el
Huerto de Getsemaní. Fruto: La contrición
por nuestros pecados.
2—La Flagelación de Jesús atado en la columna. Fruto: La mortificación del cuerpo y el espíritu de penitencia.
3—La Coronación de espinas. Fruto: La mortificación
del orgullo y del amor propio.
4—Jesús lleva la cruz a cuestas. Fruto: La
paciencia en las dificultades.
5—La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor. Fruto: El don de uno mismo para la obra de la Redención.
ORACIÓN FINAL:
Al
ofrecer, Señor, a tu divina majestad el Cordero inmaculado, te pedimos que
inflame nuestro corazón aquel divino amor que abrasó de un modo inefable el
Corazón de la Santísima Virgen María. Por Nuestro Señor.
Amén.
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