MES DEDICADO AL “INMACULADO
CORAZÓN DE MARÍA”.
HOY: SAN AGUSTÍN, OBISPO Y
DOCTOR.
Este
admirable doctor de la Iglesia nació en Tagaste, ciudad de Africa. Su padre,
Patricio, era gentil, y su madre, Mónica, cristiana, y tan fervorosa sierva de
Dios, que por sus oraciones se convirtieron su marido y su hijo Agustín. Desde
niño se aplicó éste a la lengua latina, pasando luego a Cartago, donde
florecían las ciencias. Con su gran ingenio aprendió la Retorica y salió tan
famoso orador, que, siendo de diez y ocho años, la enseñó con gran aplauso en
aquella ciudad, en unión de las otras ciencias, aunque viviendo
licenciosamente. Amigo de los maniqueos, cayó en su mismo error; pero al fin
San Ambrosio lo sacó de él, y Valerio, obispo de Hipona, lo ordenó de
presbítero, sucedióndole Agustín en el obispado. En este santo oficio pastoral
combatió a los herejes, contra quienes escribió muchos libros. Fundó para ambos
sexos el célebre instituto que lleva su nombre, y que tan importantes servicios
tiene prestados a la Iglesia. Lloró toda su vida los pecados de su juventud, y
para humillarse más compuso el libro de sus Confesiones.
Descansó en paz el día 28 de Agosto de 430, a los setenta y dos años de su edad
—Y en otras partes se hace la fiesta y la conmemoración
de otros muchos santos Mártires, Confesores y santas Vírgenes.
ORACIÓN:
Se
regocijará mi corazón en tu Salvador: cantaré al Señor porque me ha colmado de
beneficios y entonaré salmos al nombre del Altísimo. Recordarán tu nombre de
generación en generación: por lo cual los pueblos te alabarán eternamente.
Rezaremos pidiendo, este mes de agosto, en reparación a
las cinco especies de ofensas que se profieren a nuestra Madre Santísima y que
son:
1—Blasfemias
contra la Inmaculada Concepción.
2—Blasfemias
contra su virginidad.
3—Blasfemias
contra su maternidad divina, rechazando al mismo tiempo reconocerla como Madre
de los hombres.
4—Blasfemias
de aquellos que buscan públicamente sembrar en los corazones de los niños la
indiferencia o el menosprecio, o hasta el odio hacia esta Madre Inmaculada.
5—Las
ofensas de aquellos que la ultrajan directamente en sus santas imágenes.
ORACIÓN:
OMNIPOTENTE y sempiterno Dios, que
preparaste en el Corazón de la Santísima Virgen María una morada digna del
Espíritu Santo: concédenos propicio que, celebrando devotamente la fiesta de su
Inmaculado Corazón, podamos vivir según tu Corazón. Por Nuestro Señor Jesucristo
en unidad con el mismo Espíritu Santo. Amén.
Las intenciones y pedidos de este mes de agosto del rezo
del Santo Rosario de este grupo a nuestra Madre Santísima, serán:
—Por la curación de nuestro
cuerpo, pero en forma especial por la de nuestras almas.
—Por las vocaciones Sacerdotales
y religiosas.
—Por los buenos sacerdotes.
—Por el cumpleaños de mi esposo
que mi Madre Santísima y su Hijo, le concedan muchos más.
—Por la salud de mi suegra y mis
hermanas.
—Por la mía y la de mi esposo.
—Por la salud de mis hermanas: Irma, Yolanda y
Karina, también de mis cuñados: Arnaldo, Deme, Oscar y Marcos.
—Por mis sobrinos/as en general y
por sus familias.
—Gracias infinitas a María
Santísima, por favores recibidos en mi familia.
—Por muchas familias católicas.
—Por las Benditas Almas del
Purgatorio, en especial por las de mis padres, mis abuelitos, mis tíos, mi
sobrinita Romina, mi nieta María Agustina y por la más necesitada de ese lugar.
—Por los católicos perseguidos en
el mundo por defender nuestra FE.
—Por nuestra Argentina y sus
gobernantes.
—Rezamos por la persona de su
Santidad Francisco I.
—Por los que nos piden en sus
intenciones, ya nuestra Madre Santísima que conoce el corazón de cada uno de
nosotros lo sabe y seguramente lo va a tener en cuenta.
—Hacemos nuestras intenciones
personales a María …
Te suplicamos, Señor, que, aplacado, nos concedas tu
auxilio, y por la intercesión de tus Santos, extiendas sobre nosotros tu
diestra propicia.
—REZAMOS HOY LOS …
1—La Resurrección en gloria de Nuestro Señor Jesucristo. Fruto: La Fe.
2—La ascensión de Nuestro Señor Jesucristo a los cielos. Fruto: La Esperanza y el deseo del Cielo.
3—La Venida del Espíritu Santo sobre María Santísima y los Apóstoles. Fruto:
La Caridad y los Dones del Espíritu Santo.
4—La Asunción de María Santísima en cuerpo y alma al cielo. Fruto: La gracia de una buena muerte.
5—La Coronación de María Santísima como Reina y Señora de todo lo creado. Fruto:
La verdadera devoción a la Santísima Virgen.
ORACIÓN FINAL:
Al
ofrecer, Señor, a tu divina majestad el Cordero inmaculado, te pedimos que
inflame nuestro corazón aquel divino amor que abrasó de un modo inefable el
Corazón de la Santísima Virgen María. Por Nuestro Señor.
Amén.
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