Textos del P.
MAXIMILIANO KOLBE
Inmaculada, Reina del Cielo y de la Tierra,
refugio de los pecadores y Madre amantísima, a quien Dios ha querido confiar
todo el orden de la Misericordia, yo me postro delante de Ti, pobre pecador
como soy; yo te suplico humildemente que aceptéis todo mi ser como tu bien y tu
propiedad y obréis en mí y en todas las facultades de mi alma y de mi cuerpo,
en toda mi vida, mi muerte y mi eternidad como te plazca.
Haz de mí lo que quieras para realizar lo
que se ha escrito de Ti: «Ella aplastará la cabeza
de la serpiente», y también: «Por Ti, todas las
herejías del mundo han sido vencidas.»
Que en tus manos inmaculadas y
misericordiosísimas yo sea un instrumento dócil para hacerte conocer y amar por
tantas almas tibias o extraviadas, y así extender lo más posible el Reinado Santísimo
de Jesús.
En verdad, solamente allá donde Tú vienes, obtienes
la gracia de la conversión y de la santificación de las almas, porque todas las
gracias fluyen del Divino Corazón de Jesús a nosotros pasando por tus manos (1917).
* * *
« ¡En lo que concierne a la
causa de la «Militia Immaculatae» creo que en cada nación debería surgir una «ciudad de
la Inmaculada» (Niepokalanego) que permitiera a la
Inmaculada obrar por todos los medios, incluso los más modernos, pues los
descubrimientos deberían ser empleados primeramente en servirla, bien sea en el
comercio, la industria, el deporte, etc., e incluso la radio, el cine, en una
palabra, todo lo que se pueda descubrir y que pueda iluminar los espíritus e
inflamar los corazones! Pero la característica que debe impregnar toda nuestra
actividad es «a través de la Inmaculada», siendo
nuestro fin «la conquista del mundo entero» y de
«cada alma en particular» para la Inmaculada y a
través de Ella para el Santísimo Corazón de Jesús» (Carta 2-12-1931).
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* *
«La Inmaculada es nuestra
Reina, Ella es toda nuestra vida. ¡Es Ella quien hace todo! Por Ella queremos
ganar a Cristo todas las almas en el mundo entero, las presentes y las que
existan hasta el fin de los tiempos.»
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* *
«No olvidemos que no existen sólo Polonia y Japón,
sino un número todavía mucho más grande de corazones que laten por todo el
universo. ¿Cuándo, pues, conduciremos el corazón de todos los hombres hasta el
Corazón Sacratísimo de Jesús recurriendo a esta blanca escala que es la
Inmaculada como Ella se presenta en la visión de San Francisco?
...Cada
pensamiento, palabra, actividad, sufrimiento de la Inmaculada era el más perfecto
acto de amor de Dios, de amor de Jesús. Hace falta, pues, decir a las almas, a
todas las almas y a cada una en particular, lo que son ellas, lo que serán, hasta
el fin del mundo; decirles por el ejemplo, la palabra viva o impresa, por la
radio, la pintura, la escultura, etc., lo que la Inmaculada, en las circunstancias
concretas de la vida corriente, habría pensado, dicho y hecho a fin de que el
amor más perfecto -el amor mismo de la Inmaculada- hacia el Corazón Divino abrace toda la tierra.
...Que lo
máximo sea hecho por la Inmaculada. ¡Ella debe apropiarse lo más pronto posible
de cada alma, de la manera más perfecta, para vivir y obrar en cada alma, para
amar a través de cada alma al divino Corazón, el Amor divino, Dios! Yeso sin
límites... » (Carta 30-10-1935).
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MILICIA de LA INMACULADA |
REVISTA CRISTIANDAD-1983.
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