jueves, 21 de diciembre de 2017

MEDITACIÓN LA ANUNCIACIÓN. — LA EMBAJADA DEL ÁNGEL





1. ° El Ángel ante María.



— El Ángel de la Encarnación, es uno de los espíritus más grandes y hermosos que rodean el Trono de Dios.

— Contémplale tan magnífico, tan sublime, tan brillante y encantador que al decir de muchos nos parecería el mismo Dios.

— Considera la importancia de la embajada que lleva a María y la dignidad de la misma, cuando el Señor no se la encarga a un hombre, como lo solía hacer en otras ocasiones, en que fueron sus embajadores Moisés, Elías, Eliseo, los profetas y patriarcas, etc..., sino que es un ángel y de los más elevados el que envía a la Santísima Virgen.

— Así convenía que la que era más que ángel por su original pureza, fuera visitada por un ángel del Señor.

— Y ¡cómo la visita!

— Entra el Ángel en la habitación de María y la ofrece sus respetuosas reverencias — él que nunca se había postrado más que ante el trono de Dios... ahora se postra ante las plantas de María — ¿qué vería el Ángel en Ella?

 —Acostumbrado a ver las maravillas del Cielo... ¿qué podría ver de maravilloso en la tierra?... Y, sin embargo, al ver a María, queda asombrado, lleno de pasmo y admiración.

— Después de la belleza y hermosura de Dios nunca, ni en el mismo Cielo, había él visto algo semejante a aquella Virgen escondida en su retiro de Nazaret.

— Y el mundo no la conocía..., y es que para conocerla, hay que mirarla con ojos de ángel, no con ojos de tierra.




2. ° El saludo.



— «Dios te salve, la llena de gracia»... «El Señor es contigo y bendita eres entre todas las mujeres».

— Es fruto de esta admiración... es una explosión de entusiasmo..., cada frase viene a ser un desahogo de cariño y de amor.

— ¡Cuánto ama el Ángel a María!... Parece que no acierta a acabar su saludo de alabanza.

—Esas palabras, en boca humana, hubieran parecido una adulación ridícula y desde luego una apasionada exageración: pero ¿qué decir de las palabras de un Ángel que no puede adular, que no puede mentir, ni exagerar?

— ¿Qué será María?




3. ° La Embajada.



— El Ángel expone su objeto: la Concepción y el Nacimiento de un hijo que será el Mesías.

— Pide a María su consentimiento.

— Toda la creación, los hombres, los ángeles..., el mismo Dios habla ahora por boca del Ángel.

— Todos esperan con anhelo, con impaciencia, la respuesta de María...; momento sublime, grandioso..., de esa palabra pende la Redención..., la salvación de la humanidad.

— El Ángel va delineando la figura del Mesías..., se llamará Jesús..., será el Santo de los Santos..., será el Hijo del Altísimo, y a la vez el Hijo de María.

— ¡María será verdadera Madre de Dios!

— Por vez primera se oyen en este paso, los deliciosos nombres de Jesús y de María.

— Ésta, ha sido hasta ahora la doncellita humilde y escondida de Nazaret. 

— Desde este momento será María, la Madre de Jesús. En esta embajada del Ángel, se encierra toda la fe, todos los deseos, todas las esperanzas de la humanidad; asimismo todas las grandezas y todas las riquezas de gracias de que María se veía colmada desde su Inmaculada Concepción.

— Eternamente memorable será la embajada del Ángel a María.




4. ° Tu presencia ante María.



 — ¿Te presentas tú ante Ella con ese entusiasmo, fervor y cariño como el Ángel? ¿Sabes estudiar, apreciar y reverenciar como él a tu Madre?

— El Ángel una vez..., tú muchas veces puedes conversar con María.

— ¿Lo haces así, viviendo constantemente en su presencia..., haciéndolo todo con Ella y por Ella?

— Piensa en las embajadas que Dios a ti también te envía por medio de sus ángeles..., el de tu Guarda..., de tus superiores..., de la Virgen..., a veces Él mismo directamente... ¿Cómo recibes estas inspiraciones, llamamientos, toques al corazón?... Pide a Dios ojos de ángel para conocer y estudiar bien a tu Madre..., para amarla con locura..., para vivir siempre para Ella.

— Pídele deseos de cooperar a la gracia, recibiendo sus inspiraciones con espíritu de fe, vengan de donde vinieren y procurando seguirlas en todo.

— Invoca al Ángel de la Anunciación y al Ángel de tu Guarda.




“MEDITACIONES SOBRE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA”.

ILDEFONSO RODRÍGUEZ VILLAR— 1940.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...