DÍA TREINTA Y UNO (31 de
mayo).
MEDITACIÓN. —MARÍA Y LA SANTÍSIMA
TRINIDAD.
Punto primero. —María fue la hija predilecta de Dios.
Padre:
jamás alma alguna tuvo mayores gracias y privilegios. Fue Madre de Dios, y por
eso ocupa el sitial más alto en dignidad, excelencias y prerrogativas. Fue
esposa de Dios; y por lo mismo atesoró virtudes, méritos asombrosos y dones
inconcebibles. (Breve pausa.)
Punto segundo. —En el cielo fue coronada la Virgen
por las tres divinas personas. Ven, amiga mía, ven paloma, ven que serás coronada.
El triple "ven" significa que las tres adorabilísimas
Personas, la ensalzaron por encima de todo lo creado. (Breve
pausa.)
Punto tercero. —¿Presentas a la Beatísima
Trinidad tus adoraciones, gratitud, homenajes, oraciones y obras por las manos
de María? ¿Es ella tu esperanza y consuelo, tu maestra y Señora, tu abogada y
madre? (Breve pausa.)
Fruto. —-Ofrecerse a la
Sma. Trinidad por mediación de María.
Aspiración. —Hija del Padre, Madre del Hijo,
esposa del Espíritu Santo, tráeme las gracias de Dios, y llévame a él.
Lectura. —Las
quince promesas que hizo la Santísima Virgen a todos los verdaderos devotos del
Rosario.
1—Quien me sirviere rezando
constantemente mi Rosario recibirá cualquier gracia que me pida.
2—Prometo mi especialísima
protección y grandes beneficios a los que devotamente rezaren mi Rosario.
3—El Rosario será escudo fortísimo
contra el infierno, destruirá los vicios, librará de pecados y abatirá la
herejía.
4.—El Rosario hará germinar
las virtudes y que las almas consigan copiosamente la misericordia divina,
substituirá en el corazón de los hombres el amor de Dios al del mundo y los
elevará a desear las cosas celestiales y eternas. ¡Cuántas almas por este medio
se santificaron!
5—El alma que se me
encomiende por el Rosario no perecerá.
6—El que con devoción
rezare mi Rosario considerando sus sagrados misterios, no se verá oprimido por
la desgracia; se convertirá si es pecador; perseverará en la gracia si es
justo; y en todo caso será admitido en la vida eterna.
7—Los verdaderos devotos de
mi Rosario no morirán sin los auxilios de la Iglesia.
8—Quiero que todos los que
rezan mi Rosario tengan en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia y
sean participantes de los méritos de los bienaventurados.
9—Yo libro muy pronto del
Purgatorio a las almas devotas del Rosario.
10—Los hijos verdaderos de
mi Rosario gozaran en el cielo una gloria singular.
11—Todo cuanto se pidiere
por medio del Rosario, se alcanzará prontamente.
12—Socorreré en todas sus necesidades
a todos los que propaguen mi Rosario.
13—He impetrado de mi Hijo
que todos los cofrades del Rosario tengan en vida y en muerte como hermanos a
todos los bienaventurados de la corte celestial.
14—Los que rezan mi Rosario
son todos hijos míos muy amados y hermanos
de mi Unigénito Jesús.
15—La devoción del santo Rosario es señal de predestinación a la gloria.
(El Beato Alano.)
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Acuérdate ¡oh piadosísima Virgen María! que jamás se ha oído decir, que
alguno de los que han acudido a tu protección, implorado tu auxilio y pedido tu
socorro, haya sido abandonado. Animado con esta confianza a tí también acudo, ¡oh Virgen de las
Vírgenes!, y
aunque gimiendo bajo el peso de nuestros pecados, me atrevo a aparecer ante tu
presencia soberana, no deseches mis súplicas, antes bien escúchalas y acógelas
benignamente. Amén.
MES DE MARÍA
Por el Pbro. Cantu Corro. (1918).
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