martes, 7 de julio de 2020

NOVENA A LA SANTÍSIMA VIRGEN DEL CARMEN.





FESTIVIDAD: 16 de julio.




    No hay entre los fieles católicos quien ignore que la intercesión de María Santísima es el medio más poderoso para alcanzar de Dios nuestro Señor beneficios y favores; pues siendo esta soberana Reina verdadera Madre suya, bien se deja conocer que no le ha de negar su bendito Hijo cosa alguna que le pida.

   Por esta razón la piedad cristiana ha discurrido muchos modos de obsequiar a esta Señora, para obligarla a que con su intercesión poderosa alcance de la Majestad Divina el remedio de nuestras necesidades, el consuelo de nuestras justas peticiones y de nuestros buenos deseos. Experimentando los fieles la grandeza de su amor y de su poder en los beneficios que por su intercesión continuamente consiguen de Dios, con mucha razón la reconocen por Madre, y como a tal la aman y la veneran.

   Pero entre todos, con grande especialidad deben esmerarse en su amor, veneración y obsequio los Carmelitas y todos los que visten su sagrado Escapulario; pues habiéndoselo dado para que fuesen entre todos conocidos por este singular favor, los señaló con él por especiales hijos suyos, constituidos singularmente bajo su protección y amparo, con tantos y tan continuos prodigios y milagros como en todos tiempos la han acreditado. Y para que en algún modo puedan mostrarse agradecidos a esta Soberana Reina y amorosísima a Madre, y solicitar su intercesión especial para alcanzar de la Majestad de Dios lo que desean, se dispone esta Novena, haciendo en ella memoria de sus más singulares favores, la cual deberá practicarse observando las siguientes:




ADVERTENCIAS: para hacer con perfección esta Novena.




    —La primera advertencia es que esta Novena se podrá hacer en cualquier tiempo del año o en nueve días continuos, o en nueve sábados seguidos, escogiendo este día por estar dedicado especialmente a María Santísima. Pero el tiempo más propio de hacerla es por el mes de Julio, o comenzándola el día 8, para que se acabe el día 16, que es el de la fiesta de la Virgen del Carmen, o bien dándole principio el día 15, que es la víspera de la festividad para que se concluya en el dia 23, que es el último de su octava.

—La segunda, que esta Novena la podrá hacer cualquiera en su casa, delante de alguna imagen de la Virgen del Carmen.

—La tercera, que la persona que hubiese de hacerla, confiese y comulgue en el día que la comienza, si pudiere, y si no, en otro día dentro de ella.

—La cuarta, que la persona que hubiese de hacerla, determine en el primer día el motivo o fin porque la hiciere.

—La quinta, que quien no supiere leer ni pudiere oír la Novena, podrá hacerla rezando, cada día a la Virgen cinco Salves y cinco Avemarias.

—La sexta y última es que la persona que hace la Novena ofrezca a la Majestad de Dios, en reverencia de María Santísima, cada día alguna especial obra de virtud, como limosna, ayuno, oír Misa, etc.


—Puesta de rodillas la persona que ha de hacer la Novena delante de la Imagen de la Virgen del Carmen, con profunda humildad y reverencia, se persignará devotamente, y avivando la fe de que Dios está presente, levantará el corazón, a su divina Majestad, y dirá las oraciones siguientes:





DÍA PRIMERO (8 de julio).




Por la señal, etc.



ORACIÓN.



  Dios mío y Señor mío, postrado delante de tu Majestad Soberana, con todo mi ser, mi alma y mi corazón te adoro, confieso, bendigo, alabo y glorifico. A ti te reconozco por mi Dios y mi Señor. En ti creo, y creo firmemente todos los misterios de nuestra Santa Fe Católica, en que quiero vivir y morir. En ti espero y de ti espero me has de perdonar mis culpas, dar tu gracia y perseverancia en ella, y la gloria que tienes ofrecida a los que perseveran en tu amor. A ti amo sobre todas las cosas por tu bondad infinita. A ti doy infinitas gracias por todos los beneficios que me has hecho y me estás haciendo siempre. A ti confieso mi suma ingratitud y todas mis culpas y pecados; de todo me arrepiento y te pido me perdones. Pésame, Dios mío, de haberos ofendido, por ser Vos quien sois. Pésame de todo corazón, porque sois mi Dios, infinitamente bueno y digno de ser amado. Propongo firmemente, ayudado con vuestra gracia, nunca más pecar, y apartarme de las ocasiones de ofenderos, confesarme y satisfacer por mis culpas y procurar en todo serviros y agradaros. Espero en Vos, Señor, que por vuestra misericordia infinita me perdonaréis y daréis vuestros auxilios, para que, perseverando en vuestra gracia, logre gozaros eternamente en la gloria. Perdonadme, Señor, para que con alma limpia y pura alabe a María Santísima, vuestra Madre y mi Señora, y alcance por su intercesión lo que en esta Novena pido, si ha de ser para mayor honra y gloria vuestra y provecho de mi alma. Amén.





ORACIÓN para todos los días
A LA VIRGEN DEL CARMEN




   ¡Oh, Virgen María, Madre de Dios y de los pecadores!, especial protectora de los que visten tu sagrado Escapulario, te suplico por lo que Su Majestad te ha engrandecido, escogiéndote para verdadera Madre suya, me alcances de tu querido Hijo Jesús el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y lo que en esta Novena especialmente pido, si conviene para su mayor honra y gloria y bien de mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo, me valgo de tu intercesión poderosa, y quisiera tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos para alabarle dignamente; y uniendo con sus afectos mis voces, te saludo una y mil veces diciendo: Dios te salve, María, etc.





—Estas dos oraciones y tres Avemarías se han de decir en todos los nueve días.





ORACIÓN del primer día…

ORACIÓN.



    ¡Oh Virgen del Carmelo, María Santísima! que fuiste figurada en aquella Nubecilla que el grande Profeta de Dios, Elias, vió levantarse del mar, y que con su lluvia fecundaba copiosamente la tierra, significando la purísima fecundidad con que diste al mundo a tu querido Hijo Jesús para remedio universal de nuestras almas. Ruégote, Señora, me alcances de Su Majestad copiosas lluvias de auxilios para que mi alma lleve abundantes frutos de virtudes y buenas obras, Con que, sirviéndole con perfección en esta vida, merezca gozarle en la eterna, y al presente consiga lo que en esta Novena por tu intercesión especialmente le pido; que así, Señora, te lo suplico humildemente diciendo: Dios te salve, Reina y Madre de Misericordia, etc.







Letanías de Nuestra Señora





Señor,       ten piedad de nosotros.
Cristo,      ten piedad de nosotros.

Señor,       ten piedad de nosotros.
Cristo,      óyenos.                   
Cristo,      escúchanos.         

Dios Padre Celestial.                                      Ten piedad de nosotros.
Dios Hijo Redentor del Mundo                      Ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo.                                       Ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios.                         Ten piedad de nosotros.


Santa María                                                  Ruega por nosotros (se dice
                                                                                  en Cada advocación)

Santa Madre de Dios,                                       
Santa Virgen de las vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la divina gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre inviolada,
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen venerable,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Esclava del Señor,
Espejo de justicia,
Trono de sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso honorable,
Vaso insigne de devoción,
Rosa mística,
Torre de David.
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la alianza,
Puerta del cielo.
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consuelo de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los santos,
Reina concebida sin mancha original,
Reina asunta a los cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz,


Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.       Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.       Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.       Ten piedad de
Nosotros.  
                                        


—Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

—Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.


ANTÍFONA


Bajo tu amparo nos refugiamos, Santa Madre de Dios; no desatiendas las oraciones que te dirigimos en las necesidades, mas líbranos siempre de todo peligro, Virgen gloriosa y bendita.


—Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.


—Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.



OREMOS:


Concede a tus siervos, oh Señor Dios, que gocen siempre de la salud del cuerpo y del alma, y que, por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, se vean libres de los males de la vida presente y gocen de la eterna felicidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

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